El artista disidente Luis Manuel Otero Alcántara ha sufrido una nueva represalia que atribuye a la policía política: el cierre de un espacio de exposición que tenía contratado en una nave del Centro Comunitario del barrio de Atarés.
El activista contra el Decreto 349, que a partir de este mes penalizará el arte libre en Cuba, dijo a Radio Televisión Martí que desde hacía cuatro años tenía un contrato renovable, para exhibir sus obras en ese local, pero el viernes pasado recibió una llamada de la directora del lugar, llamada Milagros, avisándole que tenía que recoger sus materiales pues se iba a construir un aula en este sitio.
Lee también Detienen a activistas contra el decreto 349 para impedir meditación en lugar públicoOtero Alcántara reconoce que la mujer le mantuvo el contrato aún después de que la llamaran cuando él exhibió una obra contestataria, y después de que comenzara a tener problemas con el gobierno del municipio Cerro, que le ordenó retirar murales que había pintado en las fachadas de sus vecinos. Ahora cree que a ella la han presionado para que lo saque del lugar.
En su conversación con el periodista Luis Felipe Rojas, el artista y promotor de la campaña #NoAlDecreto349 dijo que ya él le había dicho que no tenía que inmolarse cuando ella lo llamó a raíz de una obra relacionada con Fidel Castro que creó mucha tensión con las autoridades.
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Otero Alcántara, expulsión del Centro Comunitario de Atarés
Otero Alcántara dijo que el gobierno parece estar desesperado por la respuesta de inconformidad total de los artistas con el mencionado decreto y anunció que para el próximo lunes están convocando en las redes sociales un “plantón” de protesta frente al Ministerio de Cultura. En caso de que no puedan llegar se declararían en huelga de hambre y de sed.
“La última vez que nos cogieron le decía al de la Seguridad del Estado: 'brother, imagínate que tú estás en un espacio donde se está acabando el oxígeno, y te están llevando a un límite donde ya no hay respuesta”, relató Otero Alcántara en entrevista con Radio Martí.
“Yo prefiero morirme fajado que morirme acostado pacíficamente en mi casa”, concluyó el artista.
[Basado en una entrevista de Luis Felipe Rojas]