Familia de Ferrer denuncia incomunicación; sólo ha sido visto por el Arzobispo de Santiago de Cuba

José Daniel Ferrer junto a su esposa y dos de sus hijos.

La familia del preso político José Daniel Ferrer García denunció el miércoles que las autoridades de la Prisión de Mar Verde lo mantienen incomunicado y que sólo ha sido visitado por la máxima autoridad de la Iglesia Católica en la provincia de Santiago de Cuba, el arzobispo, monseñor Dionisio García Ibáñez.

"Desde el pasado 17 de marzo, que le vio el Arzobispo, Monseñor Dionisio, nadie más le ha visto. En aquel momento se encontraba realizando jornada de ayuno por siete días y de ahí comenzaría una serie de acciones de protesta pacífica", declaró la doctora Nelva Ismarays Tamayo, esposa del líder de la Unión Patriótica de Cuba.

La mujer explicó que acudió a visitarlo a la prisión, acompañada de dos de los hijos del opositor pero no pudo encontrarse con su esposo.

"El jefe de Orden Interior, el Mayor Ortiz, dijo que sólo aceptarían la jaba de los alimentos y productos de higiene y que no habría encuentro familiar, pues mi esposo se mantiene bajo protesta hasta que se repongan las comunicaciones", dijo la doctora.

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Declaración de Nelva Ismarays Ortega Tamayo

"A mi esposo desde el pasado 6 de marzo le están negando y violando su derecho a los 10 escasos miserables minutos semanales de llamada telefónica, ni siquiera para avisar sobre la visita de hoy o su situación actual de salud", recordó la señora.

El exprisionero de la Causa de los 75 fue detenido el 11 de julio de 2021 cuando se sumó a las protestas en Santiago de Cuba y fue encarcelado nuevamente para cumplir cuatro años y 14 días de condena por supuestamente haber incumplido los requisitos de limitación de libertad establecidos en una sanción impuesta previamente en 2020.

En las declaraciones de Tamayo, la familia del que fuera presidente del Consejo para la Transición Democrática en Cuba responsabilizó por la integridad física y psicológica del opositor a "los dictadores Raúl Castro y su títere asesino Miguel Díaz-Canel, así como a sus verdugos en el área penitenciaria".

"Son los encargados de seguir cumpliendo todo lo que tanto mi esposo ha denunciado: el que le estén enterrando en vida y matando lentamente. Exigimos no sólo el escucharle, el verle, el cese de los abusos, torturas y represalias contra su persona, sino también su libertad inmediata, incondicional", afirmó la mujer.