Melani Ramos, una comerciante de artesanías en el centro de La Habana, dijo estar triste cuando se aproximan las festividades por Navidad, mientras Cuba atraviesa una aguda crisis económica, por lo que la gran mayoría de sus habitantes no podrá disfrutar.
Ramos pronosticó que serían contados los hogares en que el aroma del cerdo asado, el arroz blanco, los frijoles negros y la yuca, platos favoritos en la mesa de los cubanos, inundará las calles de la isla caribeña como ocurría tradicionalmente en Navidad.
"Me da más tristeza porque se ve mucho en las películas, con todo el mundo de Navidad, haciendo amistades en Navidad, aquí no se ve", dijo a Reuters en una entrevista reciente. "Simplemente es una fecha muy tranquila aquí, una fecha que significa unión y esperanza".
En Cuba, los festejos navideños llegan este año en medio de un desabastecimiento de alimentos. La producción de carne de cerdo, arroz y frijoles ha descendido un 80% en 2023, según el ministro de Agricultura, Ydael Pérez.
Borrada del calendario de Cuba tras la revolución del exlíder Fidel Castro en 1959, la Navidad revivió en 1997 como uno de los gestos del gobierno comunista previo al viaje que realizó a la isla el fallecido Papa Juan Pablo II en enero del año siguiente.
La visita del Sumo Pontífice fue como un espaldarazo para los católicos. En las últimas décadas las tradicionales fiestas de diciembre han ganado espacio aunque con limitaciones notables.
Pero, en la actualidad, son más visibles los árboles navideños y las imágenes de Santa Claus en los hogares y negocios privados.
"Para mí tiene mucho valor el arbolito, eso es sagrado, porque es el día del nacimiento de nuestro señor Jesucristo. Nunca lo he dejado de exhibir", afirmó Raquel Contreras, de 59 años, quien dijo que el árbol navideño se mantuvo en su hogar "aún en tiempos en que la celebración estaba mal vista".
(Reporte de Reuters TV. Escrito por Nelson Acosta)