Fidel Castro no quiere arreglos con EE.UU

La realidad sobrepasa cualquier perreta. Un día después de que Fidel Castro cumpla sus 89 años la bandera de las barras y las estrellas, ondeará de nuevo en el asta de la recién reestrenada Embajada de Estados Unidos en Cuba.

En política las afirmaciones rotundas no siempre lo son tanto. Lo que se niega un día, puede ser diferente de lo que se apruebe más adelante. La realidad es terca, aunque hay algunos tercos que niegan esa realidad hasta la muerte. Fidel Castro es uno de ellos.

El restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba, lo trae de cabeza. No vale la pena explicar por qué, ni cuán grande es su disgusto, ni siquiera vale la pena hacer referencia a sus viejas mañas mafiosas de conspirador empedernido. La realidad sobrepasa cualquier perreta.

Un día después de que Fidel Castro cumpla sus 89 años la bandera de las barras y las estrellas, ondeará de nuevo en el asta de la recién reestrenada Embajada de Estados Unidos en Cuba. Esta semana que se inicia tiene ya asegurado un espacio en la historia de ambos países. Ojalá que también tenga un resultado positivo en el futuro inmediato.

Hace la friolera de 43 años, el 13 de diciembre de 1972, un Castro erguido en su ego, pronunció uno de sus kilométricos y avasallantes discursos en la Plaza de la Revolución José Martí de La Habana. De aquel discurso vale le pena recordar este fragmento, en tiempos como estos...

"¡Pero que a ningún imperialista le pase por la mente la idea de que queremos conciliábulos ni reconciliaciones de ninguna índole con el imperialismo yanki! (APLAUSOS y EXCLAMACIONES)

Y es bueno hacer esta advertencia una vez más, cuando los imperialistas publican declaraciones y el señor Nixon publica declaraciones diciendo que no cambiará su política hacia Cuba. ¡Y a nosotros qué nos importa lo que piense el señor Nixon! (APLAUSOS). ¡A nosotros qué nos importa lo que discurra el cerebro archirreaccionario y fascista del señor Nixon! (APLAUSOS) .

El 26 de julio dijimos claramente lo que opinábamos en nombre de nuestro pueblo, y lo ratificamos hoy. Y una de las cosas que hemos dicho en aquella ocasión y repetimos hoy es que con Estados Unidos, mientras exista el bloqueo económico de Cuba, no discutiremos ni hablaremos una sola palabra (APLAUSOS). Entre los bloqueadores y los bloqueados no puede haber diálogo! ¡Y no puede haber diálogo, porque así lo aconseja la dignidad y la vergüenza del país bloqueado! (APLAUSOS y EXCLAMACIONES DE: “¡Pim, pom, fuera, abajo Caimanera!”) .

Por eso, lo primero que tendrían que hacer antes de poder hablar una palabra con nosotros es suspender incondicionalmente el bloqueo económico. Y después, si un día no existiera el bloqueo económico... Algunos han dicho la Base (EXCLAMACIONES). ¡No! ¡No, no es la Base! Hay cosas que valen más que la Base, ¡que son los intereses de los pueblos de la América Latina! (APLAUSOS)."

Si alguno de los lectores tiene estómago para digerir a estas alturas todo el texto, aquí se lo dejamos: http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/1972/esp/f131272e.html.

(Texto publicado en El Timbeke, blog del autor.)