Fidel Castro: Entre rozagante y deteriorado

José Mujica durante el encuentro con Fidel Castro.

La presencia en La Habana de la casi totalidad de gobernantes de la región, no sólo significó un éxito para la diplomacia cubana sino un balón de oxígeno para el ego político de Fidel Castro.
Para Nicolás Maduro está “rozagante”, Enrique Peña Nieto lo encontró “muy lúcido”, pero el ex guerrillero izquierdista, José Mujica, lo vio como “un anciano deteriorado” a quien “los años se le han venido encima”.

Son visiones diferentes y contradictorias de los respectivos presidentes de Venezuela, México y Uruguay, quienes se entrevistaron en privado esta semana, con Fidel Castro, aprovechando su asistencia a la II Cumbre de Jefe de Estado y Gobierno de la Celac, celebrada en La Habana.

“Físicamente está deteriorado, pero su preocupación más fuerte es por el mundo que no va a ver”, expresó Mujica, de 78 años, en una entrevista desde La Habana, difundida hoy por el Canal 10 de la televisión uruguaya.

Para Mujica “el Fidel anciano “está en línea” con su personalidad de siempre. “Más que nunca, Fidel tiene preocupaciones de carácter superior por el destino de la Humanidad”, agregó.

Algunos analistas han comentado en la prensa internacional que la presencia en La Habana de la casi totalidad de gobernantes de la región, no sólo significó un éxito para la diplomacia cubana sino un balón de oxígeno para el ego político de Fidel Castro.

Rozagante o deteriorado lo cierto es que el ex gobernante cubano, de 87 años, sentado en su poltrona recibió a una docena de mandatarios de la región que, previa invitación, desfilaron por su residencia habanera de Jaimanitas para rendirle pleitesía y reconocimiento.

Para la mayoría no fue la primera visita a Castro en su retiro. Mujica, por ejemplo, ya había sostenido un encuentro con Fidel Castro en julio de 2013, cuando viajó a Cuba en su primera visita oficial desde que asumió la presidencia en 2010.

A diferencia de la locuacidad sin reparos que caracteriza a Mujica, el presidente mexicano Peña Nieto fue muy parco en sus comentarios sobre el encuentro con Castro. La reunión entre el heredero de la revolución mexicana -que nació cuando ya el padre de la revolución cubana llevaba siete años en el poder-, sirvió para borrar las diferencias surgidas en los últimos años entre México y Cuba.

En el sitio oficial de la Presidencia de México, el propio Peña Nieto escribió un breve comentario titulado, México y Cuba, una nueva página en la historia en el cual reitera los “fuertes lazos de afinidad que unen a nuestro país, con el líder de la Revolución Cubana”.

Sin embargo la parte más sustanciosa del artículo de Peña Nieto no está relacionada con afinidades históricas o dudosos lazos ideólógicos, sino con un futuro mercantil a mediano plazo en vista del llamado proceso de reformas económicas en la isla.

El mandatario mexicano dijo que le expresó a Raúl Castro “la disposición de México para apoyar ese proceso, así como el interés de inversionistas mexicanos de ser parte de las transformaciones que está viviendo la isla”.

En lo que parece ser un intento por recuperar el espacio que está ocupando Brasil en la economía cubana, la visita oficial de Peña Nieto a Cuba sirvió para anunciar que en las próximas semanas el secretario mexicano de Economía, Ildefonso Guajardo, viajará a La Habana al frente de una misión oficial de alto nivel, con representantes financieros y empresarios para explorar posibilidades de inversión en la isla.