Cuba y Venezuela aparecen como los países con la calificación más baja de América en el informe de Libertad en el Mundo 2024 de la organización Freedom House.
En la categoría de derechos políticos, Freedom House le dio nuevamente a Cuba una puntuación de 1 de 40 y en libertades civiles, 11 de 60.
La organización menciona en su informe que en marzo de 2023 se celebraron en Cuba elecciones parlamentarias, con la participación más baja desde 1993. El gobernante Miguel Díaz-Canel Bermúdez, fue reelegido el mes siguiente en una votación casi unánime en la Asamblea Nacional.
Freedom House menciona además que la crisis económica del país se profundizó durante el año, lo que desencadenó protestas sociales y contribuyó a las altas tasas de emigración de Cuba. En mayo, la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) aprobó además una nueva ley de comunicación social que limita las libertades de expresión y de prensa al restringir los medios no estatales y establecer regulaciones que rigen el contenido en línea.
El texto señala que Cuba tiene “uno de los entornos mediáticos más restrictivos del mundo” y que el trabajo de los medios y periodistas independientes se ha visto aún más obstaculizado tras la aprobación del nuevo código penal en 2022 y la nueva ley de comunicación social al año siguiente.
"El gobierno monitorea de cerca y criminaliza a los percibidos como disidentes dentro de la comunidad artística y las figuras de los medios que expresan opiniones independientes o críticas", señalan.
“El nuevo código penal aumentó las penas mínimas aplicables a los delitos de desacato y desorden público, que el gobierno utiliza habitualmente para reprimir a los opositores”, dice Freedom House.
Uno de los ejemplos que menciona es que en noviembre de 2023, la académica Alina Bárbara López Hernández fue declarada culpable del delito de “desacato” luego de negarse a asistir a una citación tras una protesta pacífica.
En 2023, “la represión estatal de los movimientos activistas y las organizaciones de derechos humanos que habían apoyado las protestas de 2021 y 2022 limitó gravemente su capacidad para realizar su trabajo, y sus miembros se enfrentaron a arrestos, detenciones y exilio. Las autoridades atacaron a grupos de activistas, entre ellos las Damas de Blanco, la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) y el Movimiento de Oposición por una Nueva República (MONR)”.
Asimismo dice que los opositores y defensores de los derechos humanos son sometidos habitualmente a agresiones públicas, uso excesivo de la fuerza por parte de la policía durante redadas y arrestos, y abusos bajo custodia. El gobierno se ha negado repetidamente a permitir la vigilancia internacional de sus prisiones.
"Si bien los cubanos disfrutan de libertad religiosa, los obstáculos oficiales dificultan que las iglesias funcionen sin interferencias” y las restricciones a la libertad de reunión siguen siendo "una forma clave de control político", agregan.
“Las manifestaciones antigubernamentales, incluidas protestas locales por frecuentes cortes de energía, escasez de combustible, agua y alimentos, continuaron durante 2023, aunque no a la escala observada en 2021. Ese año, la policía arrestó a varios manifestantes y utilizó la violencia para dispersar las protestas”, dijo el grupo de derechos humanos.
En la sección sobre autonomía personal y derechos individuales, Freedom House explicó que “la libertad de circulación y el derecho a cambiar de residencia están restringidos”.
“En julio de 2023, el gobierno cubano instituyó una nueva política que redujo significativamente las tarifas de los pasaportes y amplió el período de validez del pasaporte a diez años. Sin embargo, a los médicos, diplomáticos y deportistas cubanos que desertan en el extranjero todavía se les prohíbe visitar el país durante varios años. A los disidentes y periodistas se les prohíbe regularmente viajar al extranjero o volver a ingresar a Cuba”, señala.
Freedom House informa también que la violencia de género en Cuba “es un problema”.
“El gobierno lanzó un nuevo Observatorio de Igualdad de Género en junio de 2023, cuyo objetivo era proporcionar estadísticas oficiales sobre las mujeres en Cuba; sin embargo, organizaciones y activistas independientes por los derechos de las mujeres han criticado a este observatorio oficial por no reportar los casos de feminicidio”, cuestionaron.