BERLIN - La cumbre del G20 el viernes y el sábado en Hamburgo será probablemente una de las más conflictivas desde 2008, cuando se creó este foro que reúne a economías industrializadas y emergentes.
Estos son los principales puntos de desacuerdo.
Hamburgo será el escenario de la primera reunión entre Donald Trump y su homólogo ruso Vladimir Putin, destinada a normalizar las relaciones entre Washington y Moscú, en horas bajas por la crisis en Ucrania, la guerra en Siria y las acusaciones de injerencia rusa en la campaña electoral estadounidense.
También se anuncia tenso el encuentro entre Trump y el presidente chino Xi Jinping. Washington acusa a China de no hacer lo suficiente para controlar a Corea del Norte, que el martes lanzó un misil intercontinental, exacerbando las tensiones en la península.
En paralelo China denunció esta semana "factores negativos" en su relación con Estados Unidos tras el paso de un barco de guerra estadounidense por el mar de China.
Tampoco están en su mejor momento las relaciones entre Alemania y Turquía, sobre todo desde el golpe de Estado fallido de julio de 2016 contra el presidente Recep Tayyip Erdogan. Berlín volvió la semana pasada a irritar a Ankara al rechazar una demanda de Erdogan de dar un discurso a los turcos de Alemania durante la cumbre.
La canciller alemana Angela Merkel ha multiplicado en las últimas semanas las declaraciones pesimistas sobre las posibilidades de alcanzar una posición común sobre el clima, sobre todo después de que Estados Unidos anunciara su decisión de salir del acuerdo de París.
Antes de esa decisión, anunciada el 1 de junio por el presidente Donald Trump, Alemania trabajaba en un "plan de acción" para poner en marcha el histórico acuerdo de París de 2015, cuyo objetivo es limitar el aumento medio de la temperatura mundial a menos de 2º con respecto a la era preindustrial.
Pero según la web especializada Climate Home, ese documento ha sido profundamente modificado hasta el punto de incluir energías fósiles entre las energías consideradas "limpias" y de retirar el compromiso de dejar de subvencionarlas antes de 2025.
Sobre la cuestión del comercio mundial, Estados Unidos ha dado señales contradictorias. Por un lado aceptó en el último G7 en Italia una declaración dando su apoyo al libre comercio, contraria a la línea proteccionista que defiende Donald Trump.
Pero al mismo tiempo Estados Unidos pareció poco favorable al comercio en junio, en una reunión de la OCDE en París. Además Trump ha continuado criticando a Alemania por su déficit comercial excesivo.
La Casa Blanca quiere también poner sobre la mesa la cuestión de la producción mundial de acero para proteger a su industria siderúrgica.
Por su parte los europeos están negociando un ambicioso acuerdo comercial con Japón que quieren cerrar lo antes posible, considerado una respuesta al proteccionismo estadounidense.
Los organizadores del G20 también esperan más de 100.000 manifestantes en la ciudad, sobre todo el jueves y el sábado, y temen enfrentamientos entre la policía y las cerca de 7.000 u 8.000 personas consideradas extremistas.
Las autoridades han desplegado cerca de 20.000 policías para mantener la seguridad durante la cumbre pero los anti-G20 amenazaron el lunes con acampar en plazas y parques de Hamburgo si no se les autoriza a instalarse en otro parque que habían elegido previamente.
[Agencia AFP]