La Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba escuchó este sábado el resumen económico ofrecido por el titular de Economía Alejandro Gil Fernández, quien admitió que el decrecimiento es la norma en los sectores productivos del país.
Su informe ante la plenaria de mitad de año del parlamento unicameral cubano reconoce que "las actividades productivas dónde se generan realmente las riquezas no han tenido crecimiento prácticamente ninguna de ellas".
Las actividades primarias están en números rojos, con valores negativos del 34.9%.
Con las recurrentes crisis energéticas, de combustible y del abasto de agua que han padecido los cubanos en los últimos tiempos, expertos y residentes en la isla han alertado reiteradamente que el trabajo en la producción industrial, la siembra y otras tareas productivas se ha visto prácticamente detenido.
Hoy el ministro confirmó que se mantiene “una tendencia a la caída de los niveles de actividades”, señalando con las peores cifras a las actividades primarias vinculadas a la producción, como la agricultura, la ganadería y la silvicultura, la industria manufacturera, el comercio y la electricidad.
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El funcionario reiteró la cifra del crecimiento económico, revelada días atrás de tan solo el 1.8 %, de la tímida proyección del 4%, y precisó que “la caída es mucho más acentuada que la recuperación” económica si se tiene en cuenta que en el 2020, el primer año de la pandemia, el decrecimiento fue de un 10.9%, "por lo que la recuperación global es de tan solo del 3%".
El economista cubano Elías Amor Bravo analizó en su blog que el incumplimiento del plan económico "no es ninguna novedad".
"Año tras año, el plan comunista se incumple de forma sistemática, porque el modelo de planificación central sin derechos de propiedad ni mercado o libre empresa fracasó en Cuba completamente desde hace años, y el empeño ideológico por conservarlo lleva a estos ridículos sistémicos. Lo grave es que se había previsto en el plan un crecimiento del 4%, luego revisado al 2% cuando se comprobó que era inalcanzable, y a tal fin fueron diseñadas todas las cuentas y magnitudes de la economía centralizada. Pero finalmente la realidad se impuso con toda dureza, y tan solo se logró un 1,8%. Menos de la mitad de lo planificado inicialmente. Un desastre sin paliativos que obliga a medio ejercicio a rebajar las cifras a toda prisa, so pena de que el desastre sea aún mayor. El Producto Interior Bruto (PIB) del país concluyó 2022 con 52.245 millones de pesos. Si se tiene en cuenta que, en 2020, con la pandemia, la economía se redujo 10,9%, se está aún lejos de volver al nivel anterior a la crisis, más de un 8%, y ciertamente más aún de recuperar la tendencia", escribió en su blog Cuba Economía.