El Departamento de Estado de Estados Unidos produce informes anuales sobre derechos humanos desde hace 41 años. Durante ese tiempo ha analizado especialmente la violación de estos derechos en Cuba.
En su reporte correspondiente a 2016, las autoridades estadounidenses señalan que el monopolio estatal de comunicaciones ETECSA, desconectó el servicio a organizadores de actividades pro derechos humanos en la isla, entre otras violaciones.
Informe sobre la libertad de Internet en Cuba
El Gobierno cubano restringió o interrumpió el acceso a Internet y censuró algunos contenidos en línea, y hubo informes creíbles de que el Gobierno supervisó sin la debida autoridad legal el limitado correo electrónico y las salas de chat en Internet y la navegación permitida.
El Gobierno controlaba todo el acceso a Internet, a excepción de las instalaciones limitadas proporcionadas por unas pocas misiones diplomáticas y un pequeño pero creciente número de instalaciones del mercado negro.
El Gobierno otorgó selectivamente acceso a Internet a ciertas áreas de la ciudad y a sectores de la población compuestos principalmente por funcionarios gubernamentales, profesionales establecidos, algunos profesores y estudiantes, periodistas y artistas.
Aunque la ley no establece penas específicas para el uso no autorizado de Internet, es ilegal poseer una antena parabólica que proporcionaría acceso sin censura a Internet. El Gobierno restringió la importación de equipos inalámbricos y la confiscación de estos.
El uso de software encriptado y la transferencia de archivos encriptados también son ilegales.
A pesar del mal acceso, el acoso y los desafíos de infraestructura, un número creciente de ciudadanos mantuvo blogs en los que publicaron opiniones críticas al Gobierno, con la ayuda de extranjeros que a menudo establecieron y mantuvieron los blogs. El Gobierno bloqueó el acceso local a muchos de estos blogs.
Además, un pequeño pero creciente número de ciudadanos pudo utilizar Twitter, Facebook, Instagram y otros canales de medios sociales para informar independientemente sobre los acontecimientos en Cuba, incluyendo observaciones críticas al Gobierno. Al igual que otros críticos del régimen, los blogueros enfrentaron el hostigamiento gubernamental, incluyendo detención y abuso físico.
Los extranjeros adquirieron tarjetas de acceso a Internet del proveedor nacional de telecomunicaciones y utilizaron los centros de negocios de los hoteles, donde el acceso a Internet sólo podía adquirirse en moneda fuerte. El acceso costó generalmente entre $5 y $10 CUC ($ 5 a $ 10) por hora, una tarifa mucho más alta de lo que normalmente puede pagar un cubano.
Los ciudadanos generalmente pudieron comprar acceso a Internet en el proveedor nacional de telecomunicaciones y utilizaron centros de negocios del hotel.
Los activistas de derechos humanos informaron de frecuente vigilancia gubernamental e interrupciones de los servicios telefónicos y telefonía celular antes de eventos planificados, como aniversarios clave relacionados con los derechos humanos.
El proveedor estatal de telecomunicaciones ETECSA a menudo desconecta el servicio para los organizadores de actividades sobre derechos humanos, a veces justo antes de su detención por agentes de la Seguridad del Estado, o para interrumpir los eventos planificados por los opositores.