Gobierno español ve a Nicaragua "casi en guerra civil" y desaconseja viajar

Cientos de nicaragüenses se manifiestaron el domingo, 22 de julio de 2018, en Managua.

El ministro español de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, desaconsejó este lunes viajar a Nicaragua pues está "casi en guerra civil" debido a la represión del gobierno del presidente Daniel Ortega contra los manifestantes que se oponen a él, lo que ha causado entre 277 y 351 muertos desde abril pasado.

Borrell mencionó la situación de Nicaragua en una rueda de prensa en Madrid de presentación de una campaña para que los españoles viajen de manera segura al extranjero durante las vacaciones.

En el caso de Nicaragua, subrayó que hay muchos turistas españoles en un país que está "casi en guerra civil".

Opositores reafirman que la lucha una Nicaragua pacífica y libre debe continuar en la calle.


Debido a la violencia desatada en el país, Exteriores "desaconseja el viaje" en su página web, en el apartado de recomendaciones de viaje.

"El nivel de riesgo es elevado en todo el país. Ha aumentado la inseguridad como consecuencia del actual conflicto social y político", dice el texto de la web.

Es "previsible", continúa, que se sigan registrando manifestaciones y concentraciones de personas, cortes de tráfico, enfrentamientos violentos, paros y cierres de comercios, así como "problemas de abastecimiento de víveres y combustible".

Según Exteriores, tanto las autoridades nicaragüenses como la Embajada de España "tienen limitada su capacidad de respuesta en situaciones de peligro", por lo que "deben extremarse las medidas de precaución".

Borrell pidió el pasado día 19 el cese inmediato de la violencia para que "acabe el sufrimiento del pueblo hermano" de Nicaragua, y apeló al diálogo para tratar de buscar una salida.

Nicaragüenses reafirman la continuidad de su lucha por la libertad y la paz.

El influyente senador estadounidense Marco Rubio también advirtió desde Washington que "la posibilidad de una guerra civil en Nicaragua es real", y acusó a Ortega de "haberse llenado las manos de sangre", con la represión al negarse a adelantar las elecciones.

Las manifestaciones contra Ortega continuaron el domingo en algunos municipios de Nicaragua, sin reportes de violencia, y los estudiantes anunciaron una marcha este lunes.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha denunciado "asesinatos, ejecuciones extrajudiciales, malos tratos, posibles actos de tortura y detenciones arbitrarias cometidos en contra de la población mayoritariamente joven del país", lo que el Gobierno de Nicaragua rechaza.

Nicaragua está sumergida en la crisis sociopolítica más sangrienta desde la década de 1980, con Ortega también como presidente.

Las protestas contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, comenzaron el 18 de abril pasado, por unas fallidas reformas de la seguridad social y se convirtieron en una exigencia de renuncia del mandatario, después de once años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción.

(EFE)