Altos funcionarios de las Grandes Ligas estadounidenses que visitan La Habana, manifestaron que el béisbol también contribuirá a la nueva relación que han establecido Estados Unidos y Cuba.
Ellos esperan que el juego que disputarán los Rays de Tampa y la selección nacional cubana el martes, 22 de marzo, acelere las negociaciones que MLB y Cuba comenzaron en 2015.
"El juego contribuirá a desarrollar las relaciones entre los dos países mediante el béisbol", dijo el comisionado de MLB, Rob Manfred, en conferencia de prensa en la capital cubana tras agradecer el respaldo del presidente de EEUU, Barack Obama, y del gobernante de Cuba, Raúl Castro a la realización del juego en el estadio Latinoamericano.
Manfred añadió que "sigue en discusión" el asunto de cómo los peloteros cubanos pueden jugar en las Mayores en condiciones aceptables.
"Estamos discutiendo para encontrar una solución (…) es complejo", mientras el presidente de la Federación Cubana de Béisbol, Higinio Vélez Carrión, declaró a la prensa internacional que "Cuba está lista y dispuesta para que sus jugadores participen en las Grandes Ligas, en igualdad de condiciones".
El propietario de los Mantarrayas de Tampa, Stuart Sternberg, señaló que el juego entre su equipo y la selección cubana será "un acontecimiento histórico para su equipo y para todos los fanáticos del béisbol" y agregó que el enfrentamiento será "algo grande".
El mánager de Tampa, Kevin Cash, dijo que es un honor jugar frente a Obama y Castro.