Habanera que quiere ponerse a salvo de derrumbes "no puede resolver nada"

Derrumbe en Centro Habana (Foto Archivo/Augusto César San Martí/Cubanet).

La incertidumbre en que viven muchos habaneros tras el derrumbe que acabó con la vida de tres niñas en el barrio de Jesús María se agrava por la falta de opciones para los vecinos que quieren ponerse a salvo del peligro.

La campaña desatada en las redes sociales a raíz de la tragedia dio lugar a un mapa interactivo donde se localizan edificaciones con riesgo de colapsar, y también a la iniciativa ciudadana difundida en Twitter con la etiqueta #peligroderrumbecuba.

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"Es un peloteo y no se puede resolver nada"

Elizabeth Collazo, vecina de Hornos 66, entre Príncipe y Vapor, en Centro Habana, fue una de las personas que se movilizó a raíz de la muerte de las niñas. Entrevistada por la periodista de Radio Televisión Martí Ivette Pacheco, Collazo relata desde La Habana Vieja las frustraciones de su madre cuando acude a las autoridades.

“Después de las publicaciones que hice en internet, mi mamá se ha ido a [el Instituto Nacional de la] Vivienda, a Albergamiento, a una pila de lados a ver si le resuelven, y es un peloteo y no puede resolver nada”, le contó la habanera a la periodista de Radio Televisión Martí.

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Y cada día que pasa se abren más las escaleras del edificio, subraya. A juzgar por lo que puede verse en otras áreas de la ciudad, la falta de soluciones no se debe a la escasez de materiales de construcción, como observaba recientemente en un Facebook en vivo la curadora de arte Claudia Genlui Hidalgo.

“Venía caminando por el [reparto] Casino Deportivo, y veía los barrios que han construido para los militares: casas nuevas”, comentaba Genlui Hidalgo. “Y pensaba en La Habana Vieja; pienso, por ejemplo, en Elizabeth, mi amiga, que vive en una casa con sus dos niñas pequeñas con un miedo constante de que pueda caer o morir, tanto ella como su familia, en un derrumbe”.

¿Y quién la ayuda?, se pregunta la ex directora de la galería Factoría Habana, que forma parte de la Oficina del Historiador de la ciudad. “Nadie”, se responde.

La gestión privada habría salvado a muchos edificios de la catástrofe, de acuerdo con evidencias reportadas por los propios habaneros. La periodista del diario digital 14ymedio Luz Escobar publicó el miércoles en Twiter un mensaje en el que muestra una estructura remodelada.

"Este edificio se estaba cayendo a pedazos (literalmente)", escribió Escobar. "Hace muy poco lo compró una familia para montar un negocio de renta de apartamentos y hoy está de lujo. Me duele todo el tiempo que se perdió en este país con prohibiciones absurdas. Me duelen las que todavía persisten".

Y no se trata de un problema exclusivo de la capital del país. Desde Santiago de Cuba, la integrante de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) Miraida Martín le dijo a Pacheco que el deterioro es generalizado.

“Sí, ha habido derrumbes y deterioro en toda la ciudad”, declaró Martín. Pero no se le ha dado solución ninguna, añade.

Otro mensaje de la serie #peligroderrumbecuba firmado por el usuario "Deshollinador" muestra el techo desprendido "al lado de la tienda La Sortija, de La Habana Vieja", con un mensaje dirigido al gobernante Miguel Díaz-Canel: "El techo de desploma y pasan miles de personas diariamente; hasta cuando c... es lo tuyo, asere".

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"El techo de desploma y pasan miles de personas diariamente"

La tarde del lunes, 27 de enero, al desprenderse el balcón de un edificio en el barrio de Jesús María, perdieron la vida las niñas María Karla Fuentes, Lisnavy Valdés Rodríguez y Rocío García Nápoles durante los ensayos del acto de recordación del natalicio de Jose Martí que preparaban para el día siguiente.

Ninguna persona ni institución gubernamental se ha responsabilizado con el derrumbe. A raíz de la tragedia hubo quienes dijeron que las demoliciones en el edificio habían sido hechas por particulares, mientras otros aseguraron que era una brigada de una institución estatal.

La semana pasada, alguien bajo la firma M. Newton publicó en Twitter imágenes que asegura corresponden a una brigada estatal en las labores de demolición del edificio antes de que se derrumbara el balcón que acabó con las vidas de las tres niñas.

"Según el periódico Granma, la población nunca respetó las cintas que existían para advertir del peligro, "cintas" que nunca estuvieron", escribió M. Newton en el mensaje.