La madre de Brenda Díaz García, prisionera política transgénero que cumple condena en la prisión para enfermos de VIH sida, Cuba-Panamá, en el municipio de Güines, provincia Mayabeque, denunció a través de las redes sociales que su hija lleva dos meses sin llamadas telefónicas.
“El motivo de la directa mía de hoy es respecto a mi hija Brenda... hace dos meses que está incomunicada, solamente nos vemos el día de la visita porque, supuestamente, dicen que en la prisión, cayó un rayo en la pizarra de los teléfonos, donde quemó la pizarra”, explicó Ana María García en un video publicado en sus redes sociales.
De acuerdo con lo expresado por la señora, el resto de los reclusos de dicha cárcel tampoco tienen acceso a llamadas telefónicas desde hace dos meses.
“Los familiares nos enteramos de la visita por la visita anterior. Si hay alguna enfermedad, si hay alguna cosa que suceda con ellos, nosotros estamos incomunicados, no sabemos nada, no solamente por mi hija Brenda, que está por las manifestaciones del 11 de julio sino por todos los presos que hay allí, que no tienen nada que ver con eso”, alegó la madre de la condenada a 14 años de privación de libertad, por cargos de supuestos desórdenes públicos y sabotaje tras ser acusada por las autoridades de haber lanzado piedras contra una tienda en divisas y de haber robado artículos durante las manifestaciones populares del 11 de julio de 2021.
Lee también Prisión hospital para reos con VIH no tiene condiciones, denuncia madre de presa política transGarcía señaló que la naturaleza de la prisión en la que se encuentra su hija la convierte en una “prisión especial” para sancionados que padecen VIH y además, recalcó que su hija tiene otras tres enfermedades.
García dijo no creer que los teléfonos estuvieran afectados por la caída de un rayo y achacó la incomunicación telefónica a otro medio de castigo a los presos y sus familiares.
Lee también Presa política Brenda Díaz lleva dos semanas sin comunicarse con su madreLa señora manifestó estar “muy cansada” de abusos y mentiras, de que repriman al pueblo y la repriman a ella.
A la mujer le parece inconcebible que las autoridades del penal en dos meses no hayan tenido tiempo de arreglar los teléfonos en la prisión hospital.
Más tarde, a su condena le fueron agregados siete meses más de prisión por responder a las ofensas y agresiones de uno de sus carceleros.
La transexual fue juzgada por las autoridades con su nombre legal, Freddy Luis.