La inflación no se detiene en Cuba y con ella, el alza en los precios de los alimentos y su poca disponibilidad en la red de comercio estatal y en el mercado negro. Esta grave realidad se evidencia cada día en muchos hogares de la isla donde, el poco dinero que entra, apenas alcanza para comer.
A este serio problema, se suma el decrecimiento sustancial de los productos que vende el estado por la libreta de racionamiento, como alertaron a Radio Televisión Martí varios residentes.
Desde la ciudad de Baracoa, en Guantánamo, el periodista independiente Yoel Acosta habla sobre la gravedad de este asunto:
"Un litro de aceite está costando 750 pesos, la libra de arroz 80 pesos y la libra de frijoles llega hasta los 200 pesos... son precios inaccesibles para el cubano de a pie, y debido a esto hay familias que no pueden alimentarse”, aseguró el comunicador.
La provincia de Ciego de Ávila, que siempre fue eminentemente agrícola, en estos momentos está en quiebra, señaló el bicitaxista, José Carlos Fernández.
“Hace más de 15 días que no viene nada de plato fuerte a las casillas, lo único que se encuentra es un poco de viandas, solamente, y la miserable cuota que entregan por la libreta de racionamiento", agregó.
"Aquí no hay nada, hambre total para la población”, denunció.
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"Aquí no hay nada, hambre total para la población”
Un informe publicado en julio por la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) reveló que la economía de Cuba experimentó su peor recesión económica de las últimas tres décadas.
“Imagínese que en un país productor de azúcar, esta no la hay, solamente aparece la parda en un precio de 130 pesos la libra en el mercado informal, y no siempre; una libra de boniato alcanza los 25 pesos y en la bodega este mes, solo vendieron tres libras de arroz por persona por la canasta básica”, contó desde Puerto Padre, en la provincia de Las Tunas, el cuentapropista Vladimir Martín Castellanos.
Vendedores ambulantes de frutas y viandas en una calle de La Habana. (AP/Ramon Espinosa)
Olainis Tejeda Beltrán, reside en Nuevitas, Camagüey, donde también se hace evidente la crisis alimentaria.
“El cartón de huevos ya vale 1,200 pesos, y los cárnicos están desaparecidos. Cuando aparece algo, promedia por encima de 350 pesos por libra. Es algo bestial”, exclamó.
Esteban Ajete Abascal, desde Pinar del Río, llamó la atención sobre el desmedido precio de los alimentos y dijo que, aún con miles de pesos, la compra apenas alcanza.
“Ya hoy, en estos momentos que le estoy hablando, salir a comprar cualquier alimento con 4 mil pesos, andas prácticamente sin dinero. Esto es algo que ya no tiene nombre, la hambruna y la situación que está viviendo la población”, lamentó el campesino.
En mayo de 2022, Cuba aprobó la Ley de Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria y Nutricional estableciendo ambas como prioridades del Estado y Gobierno y un tema de seguridad nacional.
La falta de alimentos está causando un profundo malestar en la población, como afirmó Teresa Miranda Céspedes, residente en Mayarí.
“Los precios están cada vez más elevados, por las nubes, eso causa un estado de desesperación y de ira entre las personas por la poca alimentación. Yo no sé qué va a pasar con este pobre pueblo”, se preguntó la señora.
El comunicador independiente Adriano Castañeda aseguró que la producción porcina de su provincia, Sancti Spíritus, está destinada a la capital cubana.
“Lo poco que allí se está produciendo es para La Habana, porque es muy complicado para el régimen tener desabastecida de alimentos a la capital del país, y por tanto dejan desprotegida a la provincia espirituana”, advirtió.
Desde Aguada de Pasajeros, en Cienfuegos, Luis Alberto de la Nuez, dijo que la mayoría de las familias tienen que vivir con el salario del estado, que no satisface las necesidades básicas de un hogar, porque allí una libra de carne de cerdo vale 400 pesos.
El quinto informe que explora el estado de los derechos sociales en la isla, publicado por el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), denunció que el impacto de la crisis económica se ve reflejado "en la extrema pobreza" en que vive la mayoría de la población.