Líder opositor Félix Navarro es víctima de atropellos en prisión, denuncia su hija

El preso político Félix Navarro con la bandera de Cuba

El preso político Félix Navarro Rodríguez está siendo víctima de atropellos en la prisión Agüica, en Colón, Matanzas, a pesar de su delicado estado de salud, según ha denunciado su hija, la opositora Saylí Navarro.

Junto al líder de la Unión Patriótica de Cuba, José Daniel Ferrer, Navarro Rodríguez es el segundo opositor del Grupo de los 75 que vuelve a prisión por su activismo por una Cuba democrática.

Como presidente del Partido por la Democracia Pedro Luis Boitel Abraham, Navarro es uno de los principales líderes de la oposición en Cuba. Fue detenido el 12 de julio junto a su hija en la estación policial de Perico, municipio matancero donde residen.

Su hija denunció al Observatorio Cubano de Derechos Humanos que su padre está siendo víctima de atropellos perpetrados por las autoridades cubanas.

La opositora relató que el viernes 15 de octubre varios oficiales lo encerraron en una celda que no es la de él y requisaron sus pertenencias con el objetivo de leer lo que escribe una libreta que tiene. Cuando el preso político regresó a su celda, encontró su libreta con 18 páginas menos.

“Se presentó el jefe de la prisión preguntándole si ya le habían entregado la petición fiscal y luego después dio la orden que lo que los regresaran nuevamente a su celda”, explicó la hija del opositor.

Navarro le informó también que el 30 de noviembre hubo otra requisa en el cubículo donde está recluido y fue sometido, junto a otros presos, a cargar con todas sus pertenencias, inclusive pomos de agua, y caminar más de 300 metros con los objetos. Dos días después de esto, el líder del Partido por la Democracia Pedro Luis Boitel, confesó que todavía le dolía el cuerpo.

“Félix Navarro es una persona de 68 años que, como lo decía pasó la Covid-19 y estuvo en muy delicado estado de salud. Como consecuencia tiene una lesión en el pulmón”, exclamó preocupada la hija del preso político, quien resaltó la extrema delgadez de su padre.

En esa última requisa, los agentes también le quitaron la declaración de los Obispos que sus familiares le habían entregado en una visita y que había entrado por las vías establecidas con el saco de sus pertenencias.

El prisionero de conciencia estuvo en huelga de hambre exigiendo su libertad.