Mariela Castro dijo en rueda de prensa que es partidaria de "penalizar al consumidor" de servicios sexuales porque es el cliente quien "convierte a la persona en una mercancía".
Cuba realizará en noviembre su primer simposio sobre prostitución, turismo sexual y trata de personas, informó este lunes la sexóloga Mariela Castro, hija del presidente Raúl Castro.
"Con este encuentro lo que más nos importa es aprender (...). Podemos contar nuestros problemas, pero lo que queremos es recibir experiencias (extranjeras) y luego llegar a un consenso para la definición de políticas para nuestro país con ese tema", dijo la sexóloga en rueda de prensa.
"En Cuba no se penaliza la figura de la prostituta o del muchacho que se prostituye, sino al proxeneta. Sin embargo, hay políticas que yo creo que no han sido suficientemente positivas desde el ámbito educativo con relación a cómo tratar a la persona que se prostituye", agregó Castro, quien es directora del Centro Nacional de Educación Sexual.
Mariela Castro, quien ha liderado la cruzada contra la homofobia en la isla, dijo que "cuando hablamos de prostitución, no hay que decir es malo (...), debes saber que te conviertes en mercancía sexual y cuando te conviertes en mercancía pierdes derechos y tienes que subordinarte a la ley de la oferta y la demanda".
El simposio de desarrollará del 28 al 30 de noviembre y asistirán expertos de varios países, entre ellos Argentina, Bélgica y Suecia. Este último fue el primer país que penalizó en 1999 a los clientes de servicios sexuales, algo que Mariela Castro quiere introducir en la isla.
El 19 de junio, La Habana defendió su desempeño "en la protección de la niñez, la juventud y la mujer", al rechazar que Washington haya mantenido a la isla en la lista negra de países que trafican con personas.
Según el informe de Washington, Cuba continúa en esa lista negra porque sufre el turismo sexual y el abuso de menores.
La prostitución prácticamente desapareció en la isla tras el triunfo de la revolución en 1959 (entonces existían unas 100.000 prostitutas según cifras oficiales), pero rebrotó con la crisis económica de la década de 1990 y la apertura al turismo internacional.
"Nosotros creemos que (la prostitución) no es un problema que se deba abordar desde el punto de vista moralista, porque nadie tiene que asumir una posición desde el deber ser para que digan qué bueno es o qué bueno no es", dijo Castro, quien habló con la prensa para informar de las actividades por el Día mundial de la salud sexual, que se celebrará en Cuba este viernes.
"Con este encuentro lo que más nos importa es aprender (...). Podemos contar nuestros problemas, pero lo que queremos es recibir experiencias (extranjeras) y luego llegar a un consenso para la definición de políticas para nuestro país con ese tema", dijo la sexóloga en rueda de prensa.
"En Cuba no se penaliza la figura de la prostituta o del muchacho que se prostituye, sino al proxeneta. Sin embargo, hay políticas que yo creo que no han sido suficientemente positivas desde el ámbito educativo con relación a cómo tratar a la persona que se prostituye", agregó Castro, quien es directora del Centro Nacional de Educación Sexual.
Mariela Castro, quien ha liderado la cruzada contra la homofobia en la isla, dijo que "cuando hablamos de prostitución, no hay que decir es malo (...), debes saber que te conviertes en mercancía sexual y cuando te conviertes en mercancía pierdes derechos y tienes que subordinarte a la ley de la oferta y la demanda".
El simposio de desarrollará del 28 al 30 de noviembre y asistirán expertos de varios países, entre ellos Argentina, Bélgica y Suecia. Este último fue el primer país que penalizó en 1999 a los clientes de servicios sexuales, algo que Mariela Castro quiere introducir en la isla.
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El 19 de junio, La Habana defendió su desempeño "en la protección de la niñez, la juventud y la mujer", al rechazar que Washington haya mantenido a la isla en la lista negra de países que trafican con personas.
Según el informe de Washington, Cuba continúa en esa lista negra porque sufre el turismo sexual y el abuso de menores.
La prostitución prácticamente desapareció en la isla tras el triunfo de la revolución en 1959 (entonces existían unas 100.000 prostitutas según cifras oficiales), pero rebrotó con la crisis económica de la década de 1990 y la apertura al turismo internacional.
"Nosotros creemos que (la prostitución) no es un problema que se deba abordar desde el punto de vista moralista, porque nadie tiene que asumir una posición desde el deber ser para que digan qué bueno es o qué bueno no es", dijo Castro, quien habló con la prensa para informar de las actividades por el Día mundial de la salud sexual, que se celebrará en Cuba este viernes.
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