Hillary exhortó a Obama a levantar o relajar el embargo

  • Agencias

Hillary ante el Senado.

Lo dice en su libro "Hard Choices". Optaron por promover el cambio exponiendo a los cubanos a los valores, la información y las comodidades del mundo exterior. Castro no respondió a medidas similares de Bill Clinton.
En su nuevo libro, la ex secretaria de Estado Hillary Rodham Clinton dijo que exhortó al presidente Barack Obama a que levantara o relajara el embargo contra Cuba porque ya no era conveniente para Estados Unidos ni fomentaba el cambio en la isla comunista.

Portada de "Hard Choices".



En extractos del libro "Hard Choices" [Decisiones difíciles] obtenidos por The Associated Press antes de su publicación la próxima semana, Clinton escribe que el embargo le ha dado a los líderes comunistas Fidel y Raúl Castro una excusa para no poner en marcha reformas democráticas.

Y dice que la oposición de algunos elementos del Congreso a la normalización de relaciones ha dañado tanto al pueblo estadounidense como al cubano.

Agregó que su esposo, el expresidente Bill Clinton, trató de mejorar las relaciones con Cuba en la década de 1990, pero que el gobierno de Castro no respondió al relajamiento de algunas sanciones. No obstante, Obama estaba determinado a continuar con ese esfuerzo, agregó.

También asevera que al final de su periodo en el Departamento de Estado exhortó a Obama a reconsiderar el embargo. "No estaba alcanzado sus metas", escribió, "y está obstruyendo el alcance de nuestra agenda en Latinoamérica... Yo creía que debíamos hacer recaer en los Castro la responsabilidad de explicar por qué siguen siendo antidemocráticos y abusivos".

Clinton escribe que dado que el régimen de Castro presentó un "muro de piedra", ella y Obama decidieron apelar directamente al pueblo cubano.

"Creímos que la mejor manera de llevar el cambio a Cuba sería exponer a su pueblo a los valores, la información y las comodidades materiales del mundo exterior", recuerda.

Las medidas que tomó Obama, como permitir más viajes a la isla e incrementar la cantidad de dinero que los cubano-estadounidenses pueden enviar, han tenido un efectivo positivo, opina.

La ex secretaria de Estado considera por otra parte que al arrestar en 2009 a Alan Gross, el contratista de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, USAID, Cuba creó un nuevo problema para el mejoramiento de las relaciones bilaterales.

Manifiesta la sospecha de que algunos en la isla están utilizando el caso de Gross como "una oportunidad para frenar cualquier posible acercamiento con Estados Unidos, y las reformas internas que ello requeriría"

Si fuera así", escribe, "es una doble tragedia, que confina también a millones de cubanos a una especie de prisión sin fin".