Los migrantes cubanos que buscan llegar a la frontera sur de Estados Unidos tienen en la mira a Honduras desde que Nicaragua cerró sus fronteras en noviembre del pasado año, provocando que miles de migrantes quedaran varados en Costa Rica y Panamá.
La decisión de Nicaragua cortó el paso de los migrantes cubanos por Costa Rica y Panamá, quedando reducidos a un pequeño grupo en Turbo, Colombia y mayores controles migratorios en Ecuador y el resto de Sudamérica.
“El destino nuestro era Honduras, hace tiempo que esta avalancha de migración ha escogido a Honduras”, aseguró Antonio Castellanos, a periodistas de Puerto Cortés
Castellanos, uno de los once cubanos que el pasado miércoles llegaron a la playa de Omoa, en el Caribe hondureño, explicó que buscan llegar a Honduras porque aquí se pueden establecer por algunos meses para luego continuar con su objetivo final de llegar a Estados Unidos.
Esto representa un giro en los flujos migratorios de Centroamérica ya que anteriormente Honduras solo era un país de paso para los migrantes irregulares y no un lugar para establecer su residencia.
A pesar de que los cubanos tienen que hacer un largo y riesgoso recorrido por el mar, en precarias embarcaciones, Honduras es especialmente atractiva para ellos ya que se les otorga un salvoconducto que les permite la libre circulación por el territorio nacional.
“Es una decisión que tomamos porque somos pobres, buscamos mejorar invirtiendo el poco dinero y venirnos a Honduras a trabajar por meses para después viajar a Estados Unidos”, agregó Castellanos que navegó por más de 15 días para llegar a suelo hondureño.