La ONG Human Rights Watch, HRW, exhortó nuevamente al presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, a impulsar una agenda de derechos humanos en todo el mundo, sin importar ideologías.
“Lula tendrá muchas oportunidades para una defensa coherente de los derechos humanos, comenzando por la región”, indicó HRW, organización civilista que había hecho una solicitud similar en noviembre.
Por ejemplo, en El Salvador, el presidente Nayib Bukele “ha debilitado las instituciones responsables de salvaguardar el estado de derecho”. Y en Venezuela, Nicaragua y Cuba, las autoridades “encarcelan sistemáticamente” a manifestantes y rivales políticos, “habiendo eliminado la independencia judicial y la participación de la sociedad civil”.
“La constitución de Brasil requiere colocar los derechos humanos en el centro de la política exterior. Esto significa defender los derechos de manera constante, independientemente de la ideología de cualquier gobierno en particular”, subrayó HRW.
La organización recordó que el presidente Jaír Bolsonaro criticó duramente a Venezuela y Cuba, pero aplaudió a otros líderes con claras tendencias autoritarias, “desde Vladimir Putin de Rusia hasta Viktor Orban de Hungría y Donald Trump de Estados Unidos”.
Durante su presidencia de 2003 a 2010, el entonces presidente Lula da Silva fue criticado por permitir que las afiliaciones ideológicas se interpusieran en el tratamiento de graves abusos contra los derechos humanos. “Se mantuvo callado, por ejemplo, mientras Hugo Chávez socavaba gradualmente la democracia en Venezuela”.
Human Rights Watch considera que ahora, en su tercer mandato, Lula debe cambiar: “debe actuar y hablar para proteger la democracia y los derechos independientemente de la afinidad ideológica”.
Señaló en ese sentido que otros gobiernos de la región están adoptando el enfoque imparcial que debería adoptar el gobierno de Lula. El presidente chileno, Gabriel Boric, “ha condenado repetidamente el doble rasero de la izquierda en materia de derechos humanos en América Latina. Funcionarios de todo el mundo lo han elogiado por liderar una política exterior feminista y ambientalista”.
“Brasil haría bien en seguirlo en ambos, criticando las violaciones de los derechos humanos dondequiera que ocurran, promoviendo mujeres al Ministerio de Relaciones Exteriores y otros puestos de liderazgo, y ratificando la convención de Escazú para proteger a los defensores de los bosques”, afirmó HRW.
Se espera que Lula busque restablecer los lazos diplomáticos con Venezuela, pero “debe tomar medidas para asegurar que dicho reconocimiento venga acompañado de avances en materia de derechos humanos y elecciones libres y justas”, añadió Human Rights Watch.
Luiz Inácio Lula da Silva, tras haber derrotado a Bolsonaro en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, asumirá el poder en Brasil el primero de enero.