Un año después de las demoliciones efectuadas por el gobierno cubano contra construcciones de iglesias evangélicas en Camagüey y Santiago de Cuba, sus pastores continúan las labores religiosas, publican emotivos mensajes en las redes sociales y aseguran estar decididos a continuar con su trabajo pastoral a pesar del acoso.
Los pastores miembros de la Red Apostólica en Camagüey, Bernardo de Quesada Salomón, y en Santiago de Cuba, Alain Toledano Valiente, ofrecieron declaraciones a Martí Noticias donde culpan a funcionarios del Partido Comunista de Cuba y el Poder Popular como autores principales de una “cacería de brujas” de la que aseguran, aún son víctimas.
En febrero próximo se cumple el primer aniversario de que una brigada de demolición arremetiera por segunda vez en siete años contra una propiedad de Toledano Valiente en la ciudad oriental.
“Vamos para un año peleando contra el gobierno, mi familia sigue en la calle, con quinientas promesas que no han cumplido. Tenemos todavía una cacería de brujas por parte del órgano de Planificación Física”, aseguró el pastor Toledano.
El hostigamiento del citado departamento –según afirma Toledano Valiente- va desde amenazas de desalojo contra los propietarios que prestan su vivienda para que se oficien los cultos hasta “multas de trescientos pesos y más”.
Además, explica el religioso, varios feligreses han sido amenazados en sus centros de trabajo con perder el empleo, por lo que han tenido varios casos de reclamo ante los correspondientes órganos de justicia laboral.
Toledano afirma que un pastor de Bayamo está pasando por el mismo acoso y asegura que es precisamente contra la red apostólica del pastor Guillermo Maldonado.
“Mi familia está a punto de quedar en la calle nuevamente porque estamos en una casa prestada y ya nos dijeron que el domingo tenemos que entregar la casa”, aseguró Toledano, quien en el momento de la entrevista acababa de salir de un encuentro en la sede del partido provincial. Allí le volvieron a postergar la promesa de otorgarle un apartamento debido a la demolición de que fueron víctima.
“En Cuba no tenemos ninguna libertad religiosa, estamos padeciendo y sufriendo por causa de Jesucristo, quiero denunciar eso mundialmente”, finalizó Toledano Valiente.
Oraciones y demoliciones bajo el mismo cielo
Cuando en diciembre de 2015 efectivos de varios departamentos del gobierno en Camagüey empezaron a advertir a Bernardo de Quesada Salomón por las multitudinarias celebraciones en el patio de su casa, el pastor denunció inmediatamente que le querían arrasar su iglesia.
El 8 de enero se metieron con tractores y un equipo de demolición y echaron abajo la nave techada. Fotografías enviadas a Martí Noticias días después mostraban el templo reducido a suelo raso.
Ha pasado un año y De Quesada cree que ésta acción motivó una reacción positiva: “Ha sido un crecimiento de la feligresía, de la congregación, de la gente… han regresado hasta los que estaban apartados de la iglesia, cuando vieron esa injusticia. Esto no es obra humana, la iglesia tiene 2 mil años, el comunismo empezó en 1917”.
Tanto De Quesada Salomón como Toledano Valiente insistieron en las requisas puntillosas a que son sometidos cuando salen y regresan al país. “Nos registran al salir y al entrar, aunque traigamos diez libras nada más nos registran todo, nos han decomisado libros y nos retuvieron dos veces la laptop”, indicó el pastor desde Camagüey.
Salomón señaló la propaganda comunista contra ellos como una vía para desacreditarlos. “Dicen que somos disidentes, peligrosos (…), pero son tan desvergonzados que nadie les cree. La iglesia verá la caída del comunismo en Cuba muy pronto. Dios les bendiga”, finalizó.
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