El peor incendio forestal declarado este año en Grecia se propagaba el lunes por los suburbios de Atenas, obligando a huir a cientos de personas, mientras quemaba árboles, casas y autos durante la noche y llenaba de humo y ceniza las carreteras más transitadas.
El Gobierno ha pedido ayuda a otros países de la Unión Europea para combatir el incendio, que arde sin control por segundo día consecutivo, avivado por fuertes vientos que lo empujan desde las colinas boscosas del norte de la ciudad.
Los bomberos declararon que las llamas, que amenazan bloques de departamentos, escuelas y comercios, habían alcanzado la mayor profundidad en la capital en más de dos décadas.
Más de 700 bomberos apoyados por voluntarios, 199 camiones y 35 aviones lanzaaguas han estado luchando contra el incendio, que se declaró a las 15.00 horas del domingo cerca del pueblo de Varnavas, 35 kilómetros al norte de Atenas.
Grecia ha activado el mecanismo europeo de protección civil y espera la ayuda de Francia, Italia y la República Checa con aviones y bomberos. También le han ofrecido ayuda España y Turquía.
"La situación sigue siendo extremadamente difícil", declaró Vassilis Vathrakogiannis, portavoz de los bomberos. "Hay brotes continuos, que crean constantemente nuevos focos y se propagan rápidamente, ayudados por vientos muy fuertes".
Los veranos en Grecia han estado marcados desde hace tiempo por los incendios forestales, pero el tiempo más caluroso y seco vinculado al cambio climático ha hecho que las llamas sean más frecuentes e intensas. Las llamas avivadas por el calor extremo también han causado estragos en zonas de España y los Balcanes.
Columnas de humo se elevaban sobre el horizonte y un olor a quemado cubría Atenas. El fuego alcanzó Vrilissia, a unos 14 kms del corazón de la capital, aunque las autopistas separan el suburbio del centro de la ciudad.