La cancelación este viernes por "razones de seguridad" de la segunda ronda de las elecciones presidenciales en Haití, que estaban programadas para el domingo, vuelve a sumir al país más pobre de las Américas en la incertidumbre política.
Pierre-Louis Opont, presidente del Consejo Electoral Provisorio (CEP), encargado de organizar las elecciones, hizo el anuncio 48 horas antes de la apertura de las urnas, ante el "conjunto de incidentes y actos violentos en toda la infraestructura del consejo".
Opont no dio nueva fecha para la celebración de los comicios, en medio de protestas callejeras de la oposición y denuncias de fraude electoral.
La segunda vuelta de las elecciones presidenciales y legislativas había sido fijada para el domingo, pero la oposición organizó varias manifestaciones para denunciar "un golpe de Estado electoral", alegando que los comicios estarían arreglados de antemano para favorecer al candidato oficialista, Jovenel Moise.
Varios puestos de votación fueron incendiados en el interior del país durante la noche del jueves al viernes, y en la capital, Puerto Príncipe, hubo multitudinarias manifestaciones que incluyeron el incendio de automóviles y choques con la policía. Se denunció además que miembros del CEP fueron atacados.
En la primera vuelta de la elección presidencial del 25 de octubre, el candidato oficialista Jovenel Moise recibió 32.7% de los votos, contra 25,29% para el opositor Jude Celestin.
Celestin consideró la cancelación de los comicios como "una solución acertada", en declaraciones a la AFP. No obstante, dijo que la decisión fue "tardía, porque hemos gastado lo que no tenemos, lo que demuestra la irresponsabilidad de nuestros gobernantes. Pero más vale tarde que nunca".
Tras conocerse los resultados de la primera ronda -la que tuvo una escasa participación de 26% y durante la cual muchos circuitos de votación permanecieron cerrados debido a disturbios y fraudes- Celestin se negó a hacer campaña y a participar en la segunda vuelta.
"El 24 no, no iré a esta farsa, no será una elección, será una selección, ya que habrá un solo candidato", dijo Célestin el lunes pasado a la AFP.
Desde 1986, cuando el dictador Jean-Claude "Baby Doc" Duvalier huyó de una revuelta, la isla caribeña ha luchado reiteradamente para celebrar elecciones creíbles.
Inicialmente prevista para el 27 de diciembre, la segunda ronda de los comicios presidenciales y legislativos fue fijada para el 24 de enero, tras una evaluación de una comisión independiente que a comienzos de enero emitió un informe en el que afirmó que las elecciones estuvieron "manchadas de irregularidades".
El CEP reconoció que los miembros de los puestos de votación no estaban capacitados y aseguró que tendrían mayor formación para la segunda vuelta -ahora cancelada- para elegir al sucesor del presidente Michel Martelly y buscar una salida a la profunda crisis política que atraviesa el atribulado país.
Pero la oposición argumentó que la votación iba a ser sesgada para favorecer al delfín de Martelly, Jovenel Moise.
En los últimos días, turbas enfurecidas se congregaron en la capital contra las elecciones, en protestas que incluyeron quemas de neumáticos y carros, choque con la policía y amenazas de recurrir a la violencia para evitar la votación.
Estados Unidos apoyaba la celebración de los comicios pese a la violencia y las amenazas.
El jueves, el vocero del Departamento de Estado, Mark Toner, sostuvo que Washington quería la realización de la elección y ofreció apoyar "esfuerzos para el diálogo entre los diferentes actores haitianos para reforzar la credibilidad y la transparencia" de los comicios.
Tras el anuncio de cancelación, el Departamento de Estado no hizo comentarios en lo inmediato.