Intensivistas cubanos lanzan un mensaje de alerta a la población

El equipo de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Militar. Foto Tomada de Tribuna de La Habana.

Cuando las autoridades y medios de prensa oficialistas divulgan mensajes triunfalistas que aseguran tener la pandemia "bajo control", un grupo de médicos cubanos de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Militar en La Habana lanzó un llamado de alerta sobre la permanencia del riesgo que presenta el coronavirus en la isla y la severidad de los tratamientos.

Este martes solo fueron confirmados cinco nuevos casos de COVID-19, para un total de 2.205. Por 11 días consecutivos no se reportó ningún fallecimiento a causa del virus.

El colectivo médico describe con sencillez en qué consisten los tratamientos, que en ocasiones implican inducir el estado de coma y las graves secuelas que dejan en los pacientes.

La carta fue publicada por el diario Tribuna de La Habana, siendo la capital la provincia más golpeada por la enfermedad en la isla con 1 153 casos, ocho de ellos informados el lunes.

CARTA DE LOS MÉDICOS DE LA UCI DEL HOSPITAL MILITAR

Queremos hacer un llamamiento cordial al sentido común de las personas que han tomado el desconfinamiento como si se hubiese terminado la pandemia y como si hubiésemos vuelto a la normalidad anterior al comienzo de esta crisis.

Infectarse con el nuevo coronavirus NO es un resfriado común: hay fiebres altas, dolores de garganta y opresión en el pecho a tal punto que se siente como si se le fuera la vida y ahí llega lo peor: se necesita reanimación.

Se habla de ventilación, pero NO es una máscara de oxígeno puesta en boca y nariz, mientras usted disfruta acostado pensando en su vida, ¡no! La ventilación invasiva para la COVID-19 es la intubación que se hace bajo anestesia general y que consiste en quedarse mínimo dos a tres semanas sin moverse, muchas veces boca abajo (decúbito prono), con un tubo en la boca hasta la tráquea, que le permite respirar al ritmo de la máquina a la que se está conectado. Usted no puede hablar, ni comer, ni hacer nada de manera natural porque la molestia y el dolor que siente necesitan de la administración de sedantes y analgésicos para asegurar la tolerancia al tubo.

Durante el tiempo que el paciente necesite la máquina para respirar, estará en un coma inducido, esto es un coma artificial. En 20 días con este tratamiento, un paciente joven llega a tener una pérdida de masa muscular de un 40% y la posterior reeducación será de seis a 12 meses, asociado a traumatismos severos de la boca o de las cuerdas vocales.

Es por esta razón que las personas ancianas o frágiles en su salud, no aguantan. Si llegaron a leer este mensaje hasta aquí, le agradeceríamos que lo compartiera para que entre todos nos tomemos en serio esto, ahora que se está volviendo a salir. Sigan por favor las indicaciones y recuerden que es necesario que se lo tomen mucho más en serio. Esta pandemia termina cuando se encuentre la vacuna, NO ANTES.

MÉDICOS DE LA UCI DEL HOSPITAL MILITAR