The Pittsburgh Post Gazette publica este domingo un artículo, de Elizabeth Miles, en el que la periodista destaca cómo una turista que viajaba a Cuba recuerda que el oficial de la aduana estadounidense le señaló en una oportunidad que no debería llevar ayuda a un país que estaba sometido a un embargo por parte de Estados Unidos.
El jueves y el viernes, Marisol Valentín, una oficial de programas sin fines de lucro de la sede de Global Links en Pittsburgh, supervisó envíos de suministros médicos excedentes a la isla, tales como camillas y sillas de ruedas, 345 cajas de suturas y gasas.
A lo largo de las dos últimas décadas del embargo, Global Links ha establecido un conducto de suministros procedentes de Pittsburgh, Maryland y Virginia. Creada en 1989, Global Links fue la primera organización no lucrativa en recibir una licencia de exportación del Departamento de Comercio de Estados Unidos para proporcionar ayuda médica humanitaria a gran escala para los hospitales estatales en Cuba.
Debido al embargo, los hospitales no pueden importar tecnología médica de fabricación estadounidense o productos que tienen parte de su fabricación en Estados Unidos.
Después del huracán Sandy en 2012, fueron las donaciones de Global Links las que ayudaron a los hospitales de Santiago de Cuba para combatir el cólera. "Fue realmente una gran ayuda", dijo Ferrer Yoire Savigne, que trabaja para el Ministerio de Salud Pública en Santiago de Cuba, en la distribución a los hospitales. "Cada vez que pedimos algo que ha estado en demanda, hemos recibido una buena respuesta", concluyó.