CPD intercede por opositor preso en cárcel de máxima severidad de Agüica, Matanzas

Tres prisioneros de la cárcel Combinado del Este en la Habana, Cuba, durante una visita de periodistas el 9 de Abril de 2013. (AP Foto/Franklin Reyes)

La organización Cuban Prisoners Defenders (CPD) denunció ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, las Naciones Unidas y la Unión Europea la grave situación del preso político Armando Trujillo González.

CPD indica que Trujillo González es un opositor que pertenece al Movimiento Independiente Opción Alternativa y que ha estado en el activismo por los derechos humanos en Cuba desde 2005.


El prisionero se encuentra en la prisión de máxima severidad de Agüica en Matanzas junto presos comunes de la mayor peligrosidad y "desde su ingreso en prisión el 4 de julio de 2019 no ha podido
comunicarse ni por teléfono ni recibir visitas de sus allegados", indica el grupo con sede en España.

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Javier Larrondo opina que Trujillo González "jamás debió haber estado en prisión"


"Fuentes de prisión han informado a sus allegados que ha
perdido mucho peso y su salud está muy deteriorada con un problema coronario del que no está recibiendo atención
médica alguna ni recibe medicamentos. Tampoco se le permite recibir alimentos de sus allegados, ni ropa, medicinas o cualquier adicional necesario. Al mismo tiempo, se le hostiga, amenaza y coacciona mediante tortura psicológica y física a que deje el activismo de derechos humanos y traicione a su organización, intentando que dicho momento quede inmortalizado en un vídeo tomado al reo para que éste sirva de chantaje social en caso de salir de prisión", denuncia CPD.

Javier Larrondo, presidente de CPD, dijo a Radio Televisión Martí que el prisionero lleva "prácticamente año y medio aislado completamente y que está constantemente hostigado y con unas afecciones de salud muy graves, coronarias".

"Le tienen aislado, hostigado, amenazado y torturado", declaró Larrondo.

"Se ve claramente, por los autos procesales, que jamás debería haber estado en prisión. Empezando por el fiscal, continuando por el tribunal y terminando por el abogado defensor, todo el juicio fue una absoluta farsa en la cual se le imputó un delito que jamás cometió: el de robo con fuerza y el de desobediencia que ni atisbó a cometer tampoco", concluyó Larrondo.

[Con reportaje radial de Michel Suárez]