Su misión era no sólo capturar la complejidad de la vida judía en este último bastión del comunismo de estilo soviético, sino también brindar su ayuda.
Hace un poco más de un año, un grupo de ocho fotógrafos aficionados israelíes se embarcó en un viaje a Cuba.
Su misión era no sólo capturar la complejidad de la vida judía en este último bastión del comunismo de estilo soviético, sino también echar una mano.
Una exposición especial de sus fotografías titulado "Una isla dentro de una isla - Una mirada a los Judíos de Cuba" se estrena el jueves en el Museo del Pueblo Judío “Beit Hatfutsot” de Tel Aviv.
Una vez que la exposición se cierre, las fotografías serán vendidas y los ingresos entregados a la comunidad judía de Cuba.
La fotografía es más que un “hobby” para estos aficionados, dice el miembro del grupo, Amir Halevy. "Se trata de un profundo sentido de la responsabilidad social y el deseo de crear un nuevo tipo de filantropía", explica.
Su misión era no sólo capturar la complejidad de la vida judía en este último bastión del comunismo de estilo soviético, sino también echar una mano.
Una exposición especial de sus fotografías titulado "Una isla dentro de una isla - Una mirada a los Judíos de Cuba" se estrena el jueves en el Museo del Pueblo Judío “Beit Hatfutsot” de Tel Aviv.
Una vez que la exposición se cierre, las fotografías serán vendidas y los ingresos entregados a la comunidad judía de Cuba.
La fotografía es más que un “hobby” para estos aficionados, dice el miembro del grupo, Amir Halevy. "Se trata de un profundo sentido de la responsabilidad social y el deseo de crear un nuevo tipo de filantropía", explica.