"Nosotros somos aliados", dijo el vicepresidente de EEUU Joe Biden al llegar a Riga, la capital de Letonia, en el Báltico. Estuvo de visita los días 23 y 24 de agosto pasado y se reunió con los mandatarios de Estonia; Letonia y Lituania.
Nadie como el vicepresidente Biden ha asumido como tarea personal la defensa y solidaridad con las naciones del Este y Centro de Europa ante la amenaza rusa.
Biden ha sido un interlocutor permanente con las nuevas autoridades de Kiev, viajando a Ucrania en abril y noviembre del 2014 y en diciembre del 2015,tras el Euromaidan. Y sido el más crítico en la administración de Barack Obama de la política interna y externa de Vladimir Putin.
Biden con los mandatarios de Lituania, Estonia y Letonia.
Durante la convención demócrata en Filadelfia, Biden le llamó a Putin dictador, aunque después la Casa Blanca declaró que esa no era la posición oficial de la administración, pero reconocen que en Rusia existe “un sistema político altamente centralizado y autoritario, dominado por el presidente Putin”.
En su viaje al Báltico, Biden además de encuentros con los presidentes de Letonia, Raimond Vejonis, con el presidente estonio Toomar Hendrik Ilves y con la presidenta lituana Dalia Grybauskaite, tuvo una reunión con el primer ministro de Letonia Maris Kucinskis. Biden dijo a los tres mandatarios de las ex repúblicas soviéticas bálticas que su país respetará el compromiso de la OTAN de proteger a sus miembros, reflejado en el artículo 5 de la Alianza Atlántica que exige a los países miembros salir en defensa de otro estado miembro que haya sido atacado o invadido. "Quiero dejar absolutamente en claro a todos los pueblos de los estados bálticos: hemos comprometido nuestro honor sagrado, (como) Estados Unidos de América (...) al tratado de la OTAN y al Artículo Cinco", declaró Biden en Riga.
Una declaración conjunta firmada por Biden y los mandatarios presentes tuvo como finalidad el intensificar los lazos de defensa. "Estados Unidos, Estonia, Letonia y Lituania afirmamos que debemos mantener fuerte nuestra alianza. (Los cuatro países) tenemos la intención de reforzar y profundizar nuestra cooperación de defensa para promover la seguridad regional", señaló la declaración.
Joe Biden en Letonia.
Las naciones del Báltico se sienten amenazadas por la creciente influencia de Rusia. Tras recuperar su independencia de Moscú a inicios de la década de 1990, las tres naciones siente ahora una amenaza latente por parte de Rusia. Ellas tres serían el primer escenario de batalla de un eventual ataque ruso similar a lo sucedido en Georgia y Ucrania.
La visita de Biden coincidió con el aniversario 77 de la firma del tratado Ribbentrop-Molotov, en 1939. Entonces los dictadores de Alemania y la URSS, mediante cláusulas secretas se dividieron el centro y este de Europa, permitiendo la ocupación soviética en esas zonas.
En su mensaje a los países bálticos pronunciado en la noche en la Biblioteca Nacional de Letonia, el vicepresidente estadounidense recordó la fecha y el acuerdo entre Hitler y Stalin, y dijo que este “le negaba la libertad de las naciones del Báltico y otros países a través de Europa Central”. Afirmó que “las maquinaciones de los hombres trataron de derribar esos derechos dados por Dios, que son iguales la herencia de toda la humanidad” y sobre la ocupación soviética destacó que para esas naciones “los años que siguieron fueron amargos y largos”.
Y sobre la recuperación de la independencia hizo referencia a la “Cadena del Báltico”, cuando casi dos millones de residentes de esas entonces republicas soviética formaron una cadena humana, denunciando el tratado. “Recuerdo que cuando era miembro del Senado de los Estados Unidos la a visión que mostraba a 2 millones de personas de la mano, por cientos de millas, formando una cadena ininterrumpida por cada una de sus capitales, desde aquí a Vilna. Fue algo entonces sorprendente. Ustedes inspiraron al mundo. Inspiraron a todos los oprimidos” dijo Biden.
El ex senador y vicepresidente de EEUU será un ejemplo de esta administración en la defensa de las libertades e integridad de las ex repúblicas soviéticas ante las amenazas del Kremlin.