El presidente de la Cámara de Representantes, dijo que "estos niños fueron traídos aquí sin tener culpa, y francamente están en una situación muy difícil".
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano por Ohio John Boehner, dijo el miércoles que un proyecto de ley para permitir la naturalización de inmigrantes traídos ilegalmente a Estados Unidos cuando eran niños es "de justicia básica".
"Estos niños fueron traídos aquí sin tener culpa, y francamente están en una situación muy difícil", dijo Boehner en conferencia de prensa.
Boehner indicó que muchos miembros de su bancada consideran que la situación de estas personas debe ser solucionada a través de un proyecto de ley que redacta el republicano por Virginia Eric Cantor, y que será analizado el 23 de julio durante una audiencia prevista por la comisión judicial de la cámara baja.
"Estos en muchos casos son chicos sin un país si no les permitimos convertirse en ciudadanos plenos de nuestro país", indicó Cantor durante la misma conferencia de prensa. "No es solo un asunto de justicia, es un asunto de decencia y compasión. ¿Dónde más pueden ir estos niños?"
El representante por Illinois Luis Gutiérrez, una de las principales voces demócratas a favor de una reforma migratoria integral que incluya la opción de la naturalización para 11 millones de inmigrantes sin papeles, advirtió recientemente que su partido se opondría a que los republicanos busquen permitir la naturalización solamente de los traídos a Estados Unidos durante su infancia, conocidos como Dreamers, porque excluirían al resto de sus familias.
César Vargas, director de una agrupación de Dreamers llamada DRM Action Coalition, calificó como un "paso positivo" el pronunciamiento de Boehner pero dio a entender que lo consideraba tardío.
"Los republicanos tuvieron la oportunidad de aprobar el Dream Act en 2010", dijo Vargas a AP vía telefónica, refiriéndose a la última versión del proyecto de ley que ese año fue aprobado por la cámara baja pero no obtuvo los votos necesarios en el Senado. "Estamos en 2013, y ahora se trata de nuestras familias. Los Dreamers no abandonaremos a nuestras familias".
Y Cristina Jiménez, director de United We Dream, indicó que "la comunidad de inmigrantes jóvenes está decidida a obtener la naturalización no solo para los Dreamers sino para todos los 11 millones, nuestros padres, nuestros amigos y la comunidad entera, sin una mayor militarización fronteriza".
"Algo menos que eso es una afrenta a nuestros valores comunes como estadounidenses y no será aceptado por los Dreamers", agregó en un correo electrónico.
La mayoría republicana en la cámara baja ha rechazado someter a votación el proyecto de ley integral aprobado el mes pasado por el Senado, el cual concede a los inmigrantes sin papeles la opción de la naturalización a cambio de invertir 46.000 millones de dólares adicionales en seguridad fronteriza. La comisión judicial de la cámara baja ya ha aprobado varios proyectos de ley por separado, todos de corte restrictivo a la inmigración ilegal.
Boehner habló minutos después de que una veintena de personas se concentraran el miércoles frente a la Casa Blanca para rechazar que el Congreso sopese legalizar a 11 millones de inmigrantes sin papeles a cambio de militarizar la frontera.
"Estos niños fueron traídos aquí sin tener culpa, y francamente están en una situación muy difícil", dijo Boehner en conferencia de prensa.
Boehner indicó que muchos miembros de su bancada consideran que la situación de estas personas debe ser solucionada a través de un proyecto de ley que redacta el republicano por Virginia Eric Cantor, y que será analizado el 23 de julio durante una audiencia prevista por la comisión judicial de la cámara baja.
"Estos en muchos casos son chicos sin un país si no les permitimos convertirse en ciudadanos plenos de nuestro país", indicó Cantor durante la misma conferencia de prensa. "No es solo un asunto de justicia, es un asunto de decencia y compasión. ¿Dónde más pueden ir estos niños?"
El representante por Illinois Luis Gutiérrez, una de las principales voces demócratas a favor de una reforma migratoria integral que incluya la opción de la naturalización para 11 millones de inmigrantes sin papeles, advirtió recientemente que su partido se opondría a que los republicanos busquen permitir la naturalización solamente de los traídos a Estados Unidos durante su infancia, conocidos como Dreamers, porque excluirían al resto de sus familias.
César Vargas, director de una agrupación de Dreamers llamada DRM Action Coalition, calificó como un "paso positivo" el pronunciamiento de Boehner pero dio a entender que lo consideraba tardío.
"Los republicanos tuvieron la oportunidad de aprobar el Dream Act en 2010", dijo Vargas a AP vía telefónica, refiriéndose a la última versión del proyecto de ley que ese año fue aprobado por la cámara baja pero no obtuvo los votos necesarios en el Senado. "Estamos en 2013, y ahora se trata de nuestras familias. Los Dreamers no abandonaremos a nuestras familias".
Y Cristina Jiménez, director de United We Dream, indicó que "la comunidad de inmigrantes jóvenes está decidida a obtener la naturalización no solo para los Dreamers sino para todos los 11 millones, nuestros padres, nuestros amigos y la comunidad entera, sin una mayor militarización fronteriza".
"Algo menos que eso es una afrenta a nuestros valores comunes como estadounidenses y no será aceptado por los Dreamers", agregó en un correo electrónico.
La mayoría republicana en la cámara baja ha rechazado someter a votación el proyecto de ley integral aprobado el mes pasado por el Senado, el cual concede a los inmigrantes sin papeles la opción de la naturalización a cambio de invertir 46.000 millones de dólares adicionales en seguridad fronteriza. La comisión judicial de la cámara baja ya ha aprobado varios proyectos de ley por separado, todos de corte restrictivo a la inmigración ilegal.
Boehner habló minutos después de que una veintena de personas se concentraran el miércoles frente a la Casa Blanca para rechazar que el Congreso sopese legalizar a 11 millones de inmigrantes sin papeles a cambio de militarizar la frontera.