El atleta estadounidense de origen cubano, John Carlos, famoso por su emblemática protesta de puños envueltos en medias negras y alzados al aire en las Olimpíadas de México el 16 de octubre de 1968, reveló a Martí Noticias sus vínculos de familia con Cuba.
El velocista de los 100 y 200 metros explicó en entrevista vía telefónica, desde su hogar en Georgia, que su madre Vioiris Lawrence y los padres de ella eran de Cuba, y que él pudo visitar la isla en dos ocasiones.
“Mi madre nació en Jamaica, pero estuvo ahí sólo un par de días. Enseguida regresó a Cuba, de dónde eran sus padres y en dónde se crió hasta los 17 años de edad”, declaró Carlos.
“Nació en 1919”, precisó, “en un pueblo sobre la bahía...solía decirme que podía ver el mar desde su hogar”. Ella es "de Oriente, en Holguín", aclaró a Martí Noticias Earl Carlos, hermano de John.
La protesta
Cuando John Carlos protestó en los Juegos Olímpicos de 1968 al lado de su colega Tommie Smith y con el apoyo del atleta australiano Peter Norman, su objetivo era defender los derechos de la comunidad negra en Estados Unidos y sacar a relucir el problema de la pobreza en su comunidad.
Los tres estaban en el podio para recibir las medallas tras correr los 200 metros. Smith salió primero y Carlos tercero. Smith levantó su puño derecho y Carlos el izquierdo. Ambos estaban descalzos para representar la pobreza de los afroamericanos. Norman estaba al tanto de la protesta y dio su pleno apoyo. Y posteriormente mantuvo una estrecha relación con ambos estadounidenses.
Además, los tres padecieron las consecuencias de la protesta. Fueron criticados y sancionados por el Comité Olímpico Internacional y acosados en sus respectivos países. La primera esposa de Carlos no aguantó las presiones y se quitó la vida. Smith y Carlos jugaron al fútbol americano profesionalmente, pero Norman nunca más pudo competir.
Este tipo de protesta no tenía precedentes, e inició la costumbre de usar los escenarios de los grandes espectáculos para hacer demostraciones promoviendo la lucha contra el racismo y otras causas.
Su padre y las visitas a Cuba
El padre de los Carlos nació en Camden, Carolina del Sur, y fue quien se opuso a que la familia hablara en español.
Hoy John Carlos lamenta aquella decisión paterna porque le hubiera gustado hablar el lenguaje de su madre. “Eso fue un error que mi padre reconoció años después”, explicó el atleta olímpico.
También dijo que él no conocía bien las leyes nacionales y sus raíces cubanas, y que si lo hubiera sabido, hubiese visitado Cuba regularmente.
Años después, “cuando mi madre era anciana…le pregunté si quería regresar a casa”. Ella pensó que se refería a Nueva York, donde se crió John Carlos en las calles de Harlem.
“Vayamos a Cuba”, dijo él. “Dios mío, sí”, respondió su madre, “con una mirada de ojos iluminados”.
Earl Carlos confirmó a Martí Noticias que ese viaje ocurrió en junio de 1999 y su madre tenía 80 años de edad. “Fue una visita muy agradable, con mucha familia”, dijo Earl. “Fue una visita privada y emocional”, comentó por su parte, John.
Un momento conmovedor, dijo el atleta, fue cuando visitaron el cementerio donde están enterrados sus dos abuelos. “Pude ver la tumba y acostarme en ese lugar y abrazarlos”.
“Estar en Cuba con ella fue, probablemente, una de las experiencias más grandes de mi vida; regresar y ver a madre brillar como un árbol de Navidad fue fascinante”, afirmó.
En cuanto a la situación que vio en Cuba en 1999, dijo que las casas estaban descuidadas, con paredes sin pintar y sin proteger la madera. “Era como si alguien hubiera estornudado demasiado fuerte”, comentó.
Agregó que “la gente en Cuba no está bien. No veo progreso económico. Veo que los cubanos que emigran a la Florida están mucho mejor que allá en Cuba…son muy buenos trabajadores. Muchos vienen acá y mandan dinero a la isla. Mi mamá hizo eso por años”.
Hoy en día John Carlos sigue activo en la defensa de los derechos humanos, como si fuera, en sus propias palabras, “un embajador independiente de los derechos humanos”.