Ya se hacía tarde el domingo y Dayron García Gutiérrez no encontraba donde imprimir en su camiseta el mensaje que planeaba enviar a su madre durante el juego de la semifinal del Clásico Mundial de Béisbol que disputarían esa noche, en el estadio LoanDepot, de Miami, las selecciones de Cuba y Estados Unidos, pero finalmente lo logró.
La foto de ese momento, que posteó luego en su cuenta de Instagram, se ha hecho viral en las redes sociales, reportó este martes el portal digital CubitaNow. Vestido con su camiseta blanca, se puso de pie en las gradas con una bandera cubana para dejar ver las inscripciones: en el frente, un letrero de "Patria y Vida", y en la espalda, la frase que ha conmovido a miles de personas.
"Soy libre mamá, pero te extraño".
El mensaje cala hondo en una comunidad de emigrados que, como él, enfrentan los retos de vivir lejos de sus familiares y amigos.
"Muchas estamos igual 💔 pero a salir adelante en este gran país", lo alentó una usuaria en el post de Instagram. "El mejor cartel de todo el juego", comentó otra persona.
Y así, se fueron sumando las muestras de solidaridad, en una ola de empatía impulsada por las imágenes posteadas por Dayron.
"Quiero que sepas que lloré mucho con su pulóver. Es muy cierto lo que dice, aún lo veo y no puedo dejar de emocionarme. Saludos y miles de bendiciones", escribió teresamribel.
Otro comentario, escrito por Yipsy Cardoso Gómez, refleja el dilema de los cubanos ante la emigración masiva que solo en 2022 trajo a Estados Unidos a más de 200 mil personas.
"¡Ay!, hijo, mamá debe tener sentimientos encontrados también. Seguro que está feliz porque eres libre y tienes muchas oportunidades para salir adelante en ese país. Seguro que ella te extraña mucho y sufre en silencio. Sé feliz y no la abandones nunca, aunque sea de lejos", señaló.
En declaraciones a CubitaNow, García Gutiérrez confesó que con el mensaje en su camiseta buscaba agradecer a su madre por los sacrificios de toda una vida.
"Desde que vio la foto mi mamá no para de llorar. Ella significa mucho para mí. Todo lo que me pudo faltar en mi infancia, mi madre lo suplió con amor y comprensión", dijo el joven de 24 años, quien reside en Miami desde hace unos 10 meses, cuando arribó a Estados Unidos tras atravesar Centroamérica y pedir asilo en la frontera sur.
En Cuba estudiaba el cuarto año de Ingienería Eléctrica. En Miami trabaja en una empresa de jardinería y estudia inglés en las noches.
Su amor por el béisbol también le generó sentimientos contradictorios este domingo, cuando asistió a la semifinal del Clásico para ver jugar a su equipo.
"Tenía sentimientos encontrados con este juego porque sé que detrás de todo está el gobierno cubano, el mismo por el que yo abandoné el país, pero era una oportunidad que no quería perderme. Yo crecí amando la pelota y quería verlos jugar”, confesó a CubitaNow.