El preso político Aníbal Yasiel Palau Jacinto permanece en celda de castigo desde hace más de 6 meses, dijo a Radio Martí su madre, Layda Yirkis Jacinto Abad.
La mujer denunció que su hijo permanece en una celda que "carece de luz" y donde "la humedad es incalculable y la ventilación, casi nula". Tiene, además, condiciones deficientes para realizar sus jnecesidades fisiológicas, señaló.
"Aníbal describe un turco (un espacio con letrina y ducha) que queda justo frente a la puerta de la celda, y lo separa de la vista de las personas que por ahí puedan pasar un murito de alrededor de un metro, o sea, que queda al descubierto su cuerpo", explicó Jacinto Abad.
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Sobre el estado de salud del preso político, dijo que "Aníbal se encuentra aún privado de atención médica". Según Jacinto Abad, su hijo padece de litiasis renal, una enfermedad que se ha agravado en prisión, y por la que hace alrededor de un año y 7 meses solicitaron un ultrasonido que todavía no le han realizado.
El preso político ha estado "orinando prácticamente la sangre y todavía no lo han llevado a hacerse el ultrasonido", aseguró.
Aníbal Yasiel Palau Jacinto, de 25 años de edad, fue condenado a 5 años de cárcel por participar en las protestas del 11 de julio de 2021 en Güines, provincia de Mayabeque. Actualmente está recluido en la prisión Melena 2, en Melena del Sur.
A raíz de su detención, el grupo en Facebook Desaparecidos 11 julio Cuba denunció que el joven, que se desempeñaba como tornero, mecánico y operador de maquinarias, fue arrestado ese día en el parque de Güines, "después de un enfrentamiento verbal (él solo) con un grupo de policías, y cuando ya se iba, le calleron a golpes varios militares con escudos, tonfas y descargas eléctricas".
"Estoy consciente de que mi hijo está privado de atención médica por ser, simplemente, un joven que salió a las calles a protestar pacíficamente, como lo hicieron todos, el 11 de julio de 2021", concluyó.
Familiares de presos políticos, y los propios reos, han denunciado en múltiples ocasiones los abusos que se comenten al interior de las cárceles cubanas, y las difíciles condiciones de higiene, alimentación y salud en las que sobreviven.
(Con reporte de Ivette Pacheco para Radio Martí)