Jóvenes cubanos prefieren el sector privado a trabajar con el Estado

Muchos jóvenes en la isla prefieren encontrar un empleo por cuenta propia antes que laborar para el Estado, o cursar una carrera de varios años en la universidad.

Trabajadores independientes entrevistados por Martí Noticias opinan que laborar como cuentapropistas les permite multiplicar varias veces el salario que ofrecen los establecimientos estatales.

Para los jóvenes cubanos el sector privado o cuentapropista representa una mejor opción salarial que los empleos que se ofrecen en el sector estatal, y esa tendencia parece ir en aumento.

Las estadísticas más recientes del Ministerio del Trabajo y Seguridad Social, indican que el 31% de los trabajadores por cuenta propia son jóvenes, una cifra que representa la tercera parte de los 535,000 trabajadores de ese sector al cierre del año 2016.

El periodista de Martí Noticias, Adriel Reyes, recogió la opinión de tres jóvenes en la isla sobre este particular.

“Los salarios del sector privado no son comparables con los del Estado”, dijo el joven Félix Llerena, residente en la ciudad de La Habana.

“Los muchachos cuando terminan de estudiar el pre o la universidad, o mientras estudian, trabajan a la vez en cafeterías, restauranes y otros trabajos informales porque realmente generan más ingresos que trabajar por el Estado”, dijo Llerena.

Adrián del Sol, de 26 años de edad, vecino de Santa Clara, quien trabaja como albañil por cuenta propia, dijo la cuestión salarial es la principal causa de que los jóvenes prefieran un empleo en el sector privado.

“No resisten muchos un salario de 290 pesos o 300 pesos, algunos no terminan el técnico medio, prefieren trabajar en el sector de cuentapropistas porque ven mejores ganancias y benecios para su vida, y así pueden comprarse su ropa, zapatos”, indicó.

David Fernández, cuentapropista residente en Santiago de Cuba, dijo que trabajar en el sector privado permite multiplicar varias veces el salario que ofrecen los establecimientos estatales.

“El sector estatal explota al trabajador, el joven no tiene ninguna opción, porque le pagan máximo 200 pesos, pero en el sector privado puede ganar 40 o 60 pesos diarios en cada trabajo”, afirmó.

La falta de incentivo salarial en el sector estatal, y su contraste con el sector privado, no es nueva, aunque se agudiza en la misma proporción que aumenta el costo de la vida en la isla.

El problema repercute, además, en las aulas universitarias donde cada vez más un número creciente de jóvenes opta por incorporarse a la vida laboral en el sector privado, sin terminar sus carreras.

Ese fenómeno fue abordado recientemente por la socióloga cubana Miriam Celaya en un artículo publicado en el sitio digital Cubanet.

“El relativo éxito de algunos sectores privados (cuentapropistas) relacionados con la gastronomía, los servicios de hospedaje a turistas, y otras actividades independientes del Estado, parece estar influyendo en la toma de decisiones de los jóvenes a la hora de optar entre la continuidad de estudios en las universidades o decantarse por una formación expedita y práctica que les permita insertarse en un mercado laboral mucho más atractivo y con mejores dividendos”, apuntó Celaya.

(Redactado por Pablo Alfonso, con reporte de Adriel Reyes y Cubanet)