Robertico Carcassés, el monstruo

ARCHIVO. Robertico Carcassés al piano con "Interactivo".

Estoy feliz y seguro de que en un punto del futuro, los diccionarios del mundo excluirán algunas palabras, entre ellas Ideología y Dictador. Para entonces, muy afortunadamente, nadie hablará de Fidel, de Hitler ni de Pinochet; y en las escuelas continuarán mencionando nombres como el de Beethoven y Mozart, afortunadamente el arte trasciende, igual los intérpretes.

No en balde, aunque siempre existen personas que se esmeran en llamar nuestra atención e intentan manipular desde una orilla o la otra usando palabrería rimbombante, peligrosas ideas pandémicas y/o vestimenta extravagante; fue un músico, Robertico Carcassés, quien la botó de jonrón en medio del Malecón, durante un encuentro político preparado justamente en La Tribuna antimperialista "José Martí" de La Habana, la pasarela social, también conocida como El Protestódromo, plaza erigida frente a la Oficina de Intereses de los Estados Unidos en Cuba, desde donde el gobierno cubano envía sus frecuentes, soporíferas, y aburridas misivas, con las que pretende mostrar una falsa solidez política y/o cohesión popular.

Está claro que el joven artista, célebre por su talento y su magistral manera de interpretar el difícil arte de la improvisación musical, no vive ajeno a la realidad y conoce con certeza el significado de todas y de cada una de las palabras coreadas.

Y no es que haya pelo malo, es que el peine ya no sirve. El libre acceso a la información, la manipulación de la opinión, el sistema electoral, el “bloqueo”, el autobloqueo y la falta de derechos, son temas que constantemente gravitan sobre los hogares cubanos. También en el de Robertico que, además, en su caso, padece como tantos otros cubanos la marca de la separación familiar. Uno de sus hijos, radica desde hace algún tiempo en Miami.

Consciente o no del alcance de lo que decía en su improvisada y pegajosa interpretación, lo cierto fue que impresionó, y ahora la pregunta es, qué le podrá suceder.

Pues bien, si ponemos el hecho en contexto, dejándole dentro el cerebro y sacando el corazón; se hace fácil saber que nada le sucederá al artista.

En el perfil facebusiano de Interactivo se anuncia que no se presentarían este pasado sábado, anteayer, en el Cafe Miramar ni lo harán el proximo miércoles en la capitalina sala del teatro Beltor Brecht del Vedado. También se posteó una reseña, aunque luego desapareció, que los integrantes de la agrupación habían sido citados a una reunión en el Instituto Cubano de la Música, donde se les informó que Roberto queda “separado del sector” por tiempo indefinido. Palabra demasiado ambigua que a mi entender significa el tiempo de una corchea, pues estoy seguro que muy pronto Robertico volverá a tocar y disfrutar escenarios nacionales e internacionales; pero ahora con más firmeza porque ha demostrado que él no sólo forma parte de ese gran grupo de músicos sobresalientes dentro de una generación de monstruos, al buen decir del cubano, que se siente comprometida unicamente con tocar un instrumento musical, también es de esos ebanistas que puede cincelar en la madera nacional la escultura de una nueva vida social.