Hubo música, historia y belleza, como era de esperarse de un país como Brasil. Y entre un alucinante remolino de colores, la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro dejó un mensaje de hermandad y conciencia ecológica en una nación que los necesita más que nunca.
Desde la selva amazónica hasta la "Chica de Ipanema" personificada por la supermodelo Gisele Bundchen, el espectáculo en el estadio Maracaná recorrió el amplio espectro de la historia de Brasil, un país tan rico en recursos e historia como plagado de desigualdad y pobreza, destaca la agencia AP.
Vanderlei Cordeiro de Lima, famoso por haber sido empujado por un sacerdote mientras encabezaba el maratón de los Juegos Olímpicos de 2004 en Atenas a pocos kilómetros de la meta, encendió el pebetero en el final de un relevo de la antorcha que comenzó el 3 de mayo en la capital Brasilia. La llama arribó al Maracaná en manos del extenista Gustavo Kuerten "Guga", uno de los deportistas más queridos en Brasil y quien no podía contener las lágrimas.
Finalizada la ceremonia, la llama fue llevada a otro pebetero en el centro de Río.
En el palco de honor, el líder olímpico Thomas Bach observó acompañado por el presidente interino Michel Temer, un recordatorio de la crisis política por la que atraviesa el país y que amenaza con desbancar a la mandataria Dilma Rousseff. Mientras, cerca del estadio, algunos manifestantes chocaron con la policía durante protestas contra unos Juegos que arrancan precedidos por la peor recesión del país desde la década de los 30, escándalos de corrupción, problemas de contaminación del agua y un brote del virus zika.
La tarea de declarar los Juegos oficialmente inaugurados estuvo a cargo del presidente interino, quien fue abucheado y escuchó coros de "fuera Temer". La complicada situación política ahuyentó a muchos jefes de estado, y menos de 25 acudieron a la ceremonia.
De todas formas, nada pudo estropear el momento para los primeros Juegos Olímpicos en Sudamérica.
Terminado el espectáculo artístico, fue el momento de los verdaderos protagonistas de los Juegos. Los atletas.
Como es la tradición por tratarse del país donde nacieron las olimpiadas, Grecia encabezó el desfile de más de 10.500 deportistas de 205 países, además de una delegación de atletas independientes y, por primera vez, un equipo de 10 refugiados de países en conflicto que desfiló bajo la bandera olímpica.
La delegación de los refugiados, una de las más aplaudidas, tuvo como abanderada a Rose Nathike Lokonyen, quien huyó de Sudán del Sur y corrió su primera carrera en un campo de refugiados en el norte de Kenia. Tan sólo la delegación anfitriona, que salió inmediatamente después, recibió una ovación más sonora.
Los deportistas recibieron semillas de árboles, y paquetes de tierra, para ser sembrados en un parque en Río.