El juicio al activista Alexei Martínez Rojas, detenido desde el pasado 17 de septiembre, podría celebrarse tan pronto como en diciembre próximo, informaron autoridades policiales a su esposa Mariángel Rodríguez Cruz.
Sin embargo, ni el preso político, ni su familia, han recibido la petición fiscal: “pero quieren hacerle el juicio antes de fin de año”, indicó la mujer que tuvo visita familiar a su esposo el pasado jueves.
Martínez Rojas fue arrestado y acusado posteriormente del delito de desacato luego de que denunciara en Facebook un caso de violencia policial ocurrido en Taguayabón, un poblado del municipio Camajuaní, en la provincia de Villa Clara. En la publicación, también expuso detalles sobre el jefe de la PNR (Policía Nacional Revolucionaria) de la localidad, presuntamente involucrado en el hecho.
“Según me dicen, el desacato tiene varios incisos, pero como no tengo el documento, no sé cómo lo van a juzgar”, agregó.
El Código Penal cubano, establece que puede ser procesado por desacato “quien verbal o extra verbalmente, mediante escrito o gestos, en su presencia o de otra u otras personas, o a través de cualquier medio de comunicación, amenace, calumnie, difame, insulte, injurie, ultraje u ofenda en su dignidad o decoro, a un funcionario público”.
La sanción podría ser de seis meses a un año de privación de libertad o multa de cien a trescientas cuotas, o ambas.
A fines de septiembre, la Fiscalía Municipal ordenó prisión provisional para el activista, medida cautelar que cumple en el penal La Pendiente.
Tras ser arrestado, Martínez Rojas inició una huelga de hambre que se prolongó durante 26 días por lo que tuvo que ser hospitalizado en la unidad médica de la cárcel de Guamajal.
De acuerdo con Rodríguez Cruz, su esposo muestra un alarmante deterioro de su salud, agravado por las condiciones de la cárcel. “Tiene inflamación en los pulmones y una úlcera gastrointestinal bastante ‘malita”’, señaló.
Organizaciones defensoras de los derechos humanos han reiterado que la situación de los presos políticos en Cuba es parte de un patrón de represión por la que el régimen re victimiza a los que se le oponen.