Kamala Harris, a la boleta demócrata como vicepresidenta

Kamala Harris, el 28 de junio de 2019 en Homestead, Florida.

El presunto candidato por el Partido Demócrata a la presidencia de Estados Unidos en las elecciones de noviembre, Joe Biden, ha escogido a Kamala Harris como su compañera de boleta. El anuncio de hoy pone fin a semanas de especulación.

La decisión se produce más de un año después de que Harris, que también fue precandidata a la nominación demócrata, discutió con Biden por cuestiones raciales durante el primer debate de las primarias. De ser elegida, sería la primera mujer en el pais, la primera afroamericana y la primera asiático-americana en ocupar la vicepresidencia.

La senadora por California tiene 55 años, mientras Biden tiene 77 años, y en caso de ser electo sería el presidente electo más longevo de la historia de Estados Unidos.

"Usted toma muchas decisiones importantes como presidente. Pero la primera es a quién eliges para ser tu vicepresidente. He decidido que Kamala Harris es la mejor persona para ayudarme a llevar esta lucha a Donald Trump y Mike Pence y luego para dirigir esta nación a partir de enero de 2021", escribió Biden en un correo electrónico de su campaña a sus partidarios.

Harris, la única mujer afroamericana en el Senado de los Estados Unidos, fue elegida por primera vez en 2016 después de servir como fiscal general de California y, antes de eso, como fiscal de Distrito de San Francisco. Oriunda de Oakland, California, e hija de inmigrantes jamaicanos e indios, Harris ha dicho que se inspiró para asistir a la escuela de Dderecho después de unirse a las protestas por los derechos civiles con sus padres.

"Ha sido una luchadora y una líder de principios y lo sé porque la he visto de cerca y la he visto en las trincheras", afirmó Biden sobre Harris en un evento virtual de recaudación de fondos en junio.

Como fiscal general, Harris trabajó estrechamente con el difunto hijo de Biden, Beau Biden, cuando era el fiscal general de Delaware, particularmente en el desafío a los grandes bancos a raíz de la crisis de la vivienda. En su libro, "Las verdades que sostenemos: Un viaje a América", Harris dice que hablaban "todos los días, a veces varias veces al día".