A solo un año de vivir la peor temporada de su carrera en las Grandes Ligas, Kendrys Morales tiene motivos de sobra para estar de fiesta.
Este jueves el pelotero cubano recibió la distinción Lousiville Silver Slugger que lo reconoce como el mejor bateador designado de la Liga Americana. En realidad es un argumento más para poder afirmar que la de Morales, es una de las historias más sonadas en este 2015 cuando se refiere a jugadores que se repusieron tras un año para el olvido.
Es la primera vez que el slugger de los Reales de Kansas City gana esa distinción. Su aporte ofensivo al título de su equipo fue un factor decisivo desde el mes de abril. Morales terminó la temporada regular con 22 jonrones y 106 carreras impulsadas. Aún más importante es que 53 de sus remolques los produjo con dos outs en la pizarra, un récord para la franquicia.
Para añadir un poco más de dramatismo, todo ese esfuerzo se proyectó hacia la postemporada, donde los Reales terminaron por ganar la Serie Mundial y Kendrys podrá exhibir un anillo de campeón: un giro de 180 grados si lo comparamos con su contienda del 2014, donde lo único que se llevó a casa fue una maleta cargada de frustracion e incertidumbre.
Pero el 16 de diciembre del 2014, la vida cambió para Morales.
Con todos los deseos de poder luchar por su primer título mundial en 30 años, los Reales necesitaban un bateador que en el medio de la alineación fuera capaz de producir. Fue entonces que firmaron a Morales por dos temporadas y $17 millones. Kansas City iba a recibir mucho más de lo que imaginó cuando se selló el acuerdo.
A Kendrys le queda un segundo año en su contrato con los campeones del mundo. Al finalizar la próxima temporada tendrá 33 años de edad y una vez más pudiera estar a la espera de una oferta como agente libre. Sin embargo, otra temporada con números sobresalientes y los Reales de Kansas City no tendrán otra opción que convertir esa ciudad en el hogar del cubano por el resto de su carrera.
Queda en las manos de Kendrys estar a la altura de las expectativas. Después de todo, el uniforme color azul de los Reales parece asentarle bien.