Los malos hábitos, como los viejos, son difíciles de extirpar y eso lo vemos a diario en las autoridades ucranianas y rusas.
En Moscú, acaban de prohibir la estancia de un periodista estadounidense y no le permiten visitar el país en cinco años. La cancillería rusa prohibió la entrada del periodista y escritor estadounidense David Stter, quien labora como asesor en Radio Europa Libre/Radio Libertad (RFE/RL).
Es la primera ocasión que ocurre desde la desaparición de la URSS. La decisión rusa se basa en la supuesta violación de su ley migratoria cuando Stter estuvo en noviembre pasado en Moscú. El Departamento de Estado estadounidense protestó la decisión rusa.
Stter fue corresponsal de Financial Times y Wall Street Journal, y es autor de varios libros sobre la Rusia de Vladimir Putin, el poder y manipulación de los servicios secretos rusos en la sociedad y el origen de la segunda guerra en Chechenia. En diciembre del 2013, desde Ucrania, publicó para RFE/RL el "Diario de Kiev - Apuntes de un reportero" y tenía planificado hacer desde Rusia similares apuntes.
En Kiev, las autoridades ucranianas volvieron con la retórica soviética "de injerencia en los asuntos internos" por críticas de la Unión Europea y Estados Unidos a varias leyes aprobadas en el parlamento y el presidente Víctor Yanukóvich.
La nueva legislación ucraniana, al igual que Rusia, consideran "agentes extranjeros" a las organizaciones no gubernamentales que reciben ayuda financiera del exterior. Regulan las protestas, su horario, el territorio donde se realizan y no se permiten cascos o máscaras.
Tanto en Bruselas como en Washington, Berlín y París, consideran las leyes antidemocráticas, violatorias de compromisos internacionales adoptados por Kiev y aprobadas violando las propias normas parlamentarias ucranianas. Martin Schulz, presidente del Parlamento Europeo, dijo que estas reglas hacen retroceder a Ucrania al pasado autoritario soviético.
Las protestas no cesan, cientos fueron los heridos en el enfrentamiento dominical del 19 de enero. Vitali Klitschko, líder opositor, pidió al mandatario que evitara repetir los errores de Ceausescu y Gadafi.
Es la primera ocasión que ocurre desde la desaparición de la URSS. La decisión rusa se basa en la supuesta violación de su ley migratoria cuando Stter estuvo en noviembre pasado en Moscú. El Departamento de Estado estadounidense protestó la decisión rusa.
Stter fue corresponsal de Financial Times y Wall Street Journal, y es autor de varios libros sobre la Rusia de Vladimir Putin, el poder y manipulación de los servicios secretos rusos en la sociedad y el origen de la segunda guerra en Chechenia. En diciembre del 2013, desde Ucrania, publicó para RFE/RL el "Diario de Kiev - Apuntes de un reportero" y tenía planificado hacer desde Rusia similares apuntes.
En Kiev, las autoridades ucranianas volvieron con la retórica soviética "de injerencia en los asuntos internos" por críticas de la Unión Europea y Estados Unidos a varias leyes aprobadas en el parlamento y el presidente Víctor Yanukóvich.
La nueva legislación ucraniana, al igual que Rusia, consideran "agentes extranjeros" a las organizaciones no gubernamentales que reciben ayuda financiera del exterior. Regulan las protestas, su horario, el territorio donde se realizan y no se permiten cascos o máscaras.
Tanto en Bruselas como en Washington, Berlín y París, consideran las leyes antidemocráticas, violatorias de compromisos internacionales adoptados por Kiev y aprobadas violando las propias normas parlamentarias ucranianas. Martin Schulz, presidente del Parlamento Europeo, dijo que estas reglas hacen retroceder a Ucrania al pasado autoritario soviético.
Las protestas no cesan, cientos fueron los heridos en el enfrentamiento dominical del 19 de enero. Vitali Klitschko, líder opositor, pidió al mandatario que evitara repetir los errores de Ceausescu y Gadafi.