El ex preso político cubano Carlos Ernesto Díaz González, conocido como Ktivo Disidente, llegó a Miami, en el sur de Florida, este fin de semana tras salir de la cárcel en junio pasado bajo libertad condicional.
El opositor, encarcelado por protagonizar una protesta en el Boulevard de San Rafael, en La Habana, en la que instó a los cubanos a reivindicar su derecho a participar en la vida política del país, declaró que aunque dio su consentimiento para salir del país, su liberación fue una decisión estratégica del régimen.
"Tenemos que recordar que nosotros enfrentamos una dictadura que es una mafia terrible. Incluso, antes que sucediera lo de San Rafael y la huelga del día antes, en Vía Blanca y Paz, ya ellos me habían hecho pasaporte, ya ellos pretendían que me fuera [del país]. Lo que pasó fue que se hizo mediático el suceso de San Rafael y no les quedó más remedio que meterme preso", dijo el opositor.
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Ktivo Disidente explicó que agentes de la Seguridad del Estado lo "sacan" de Cuba por Nicaragua. Según dijo este domingo a Martí Noticias "dos coroneles" lo montaron en una guagua y fue trasladado al aeropuerto de Holguín, donde le reservaron un vuelo charter con destino a Managua. De allí viajó a México, donde pudo acogerse al parole humanitario gracias a amigos en Estados Unidos que le ofrecieron el patrocinio.
El activista señaló que en octubre de 2022 las autoridades cubanas le habían comunicado que sería liberado y sacado del país. Pasaron varios meses antes de que esa promesa se hiciera realidad.
"Nunca había tenido una prisión como esa, no solo por las golpizas, sino por el nivel de asedio psicológico. (...) Cuando estoy en régimen de nuevo, ellos me dicen: "Te vas a ir de libertad, pero para que salgas en un mes del país. No quiero ser deshonesto, yo quería irme ya", confesó el ex preso político.
Lee también "Patria y Vida y listo para morir”, las primeras palabras de Ktivo Disidente tras su excarcelaciónLas huelgas de hambre que realizó en prisión le afectaron física y psíquicamente. "Me empezaron a dar unas crisis de pánico (...), unos bajones de presión y un cúmulo de sentimientos ahí un poco raros... La impotencia que te da saber que esos tipos te hacen todo lo que te hacen sin razón", dijo.
El opositor aseguró que no renunciará a su activismo político. "Desde el el exilio aspiro a hacer un grupo de cosas que las considero muy importantes. Estoy muy motivado", señaló, y reconoció la labor de los cubanos que desde el exilio "han logrado visibilizar a Cuba como lo que realmente es, una dictadura terrible que somete a su pueblo".
A su llegada a Miami el viernes pasado, Díaz González dijo a periodistas que siempre mantuvo "esa postura irreverente de no hallarme preso, sino secuestrado", y explicó que las autoridades lo acusaron de un delito que no se correspondía con la realidad de lo que pasó.
El 29 de noviembre de 2022, el opositor fue sentenciado a dos años y seis meses de prisión por delitos de “difamación”, “desobediencia” y “desacato”, en un proceso que calificó tras su liberación, en junio pasado, de “artificial espurio".
"Nunca desacaté a nadie (...). En el acto de juicio oral les dije: Yo no ataco personas.[Miguel] Díaz-Canel me es 'antiflojitinico'; sencillamente es un tirano, pero yo no ataco personas, yo ataco las ideas políticas que él representa como máximo exponente de Ejecutivo", explicó el activista, en referencia a la figura del gobernante cubano.
Añadió que estas ideas políticas iban en detrimento de una serie de dignidades que lo afectaban directamente como ser humano, a él y al resto de ciudadanos de la isla que se ven sometidos "por la fuerza, no por la razón".
"Claro que tengo que tener una postura beligerante contra ese poder políticos que me impone de manera forzada un régimen de vida que no deseo aceptar, porque lo siento lesivo a mi disgnidad. Yo no tengo por qué ser comunista", y por eso sus exigencias en la protesta de San Rafael de la participación en la vida política del país de todos los cubanos "que no somos comunistas", aseveró.
(Con reporte de Yolanda Huerga para Radio Martí)