La ayuda de Taiwán y el dilema de la OMS

La ayuda de Taiwán

Este lunes 27 de abril, el secretario de Salud de Estados Unidos, Alex Azar sostuvo una conversación telefónica con el Ministro de Salud de la República de China, Dr.Chen Shih-chung y el tema fue el brote de COVID19. Le agradeció Azar los esfuerzos de Taiwán por compartir sus mejores prácticas y recursos con Estados Unidos.

Y destacó también el funcionario estadounidense que “ahora, más que nunca, la cooperación mundial para la salud es crucial, aprecio las contribuciones de Taiwán”.

La experiencia de las autoridades sanitarias de la Isla y la política del gobierno de Tsai Ing-wen se ha convertido en un tema internacional. En las redes sociales el llamado de Taiwán puede ayudar (#TaiwanCanHelp) se ha convertido en viral, pues la ayuda que sale desde la isla se puede ver en Lituania, Honduras, Letonia, Venezuela, Palau, Guatemala, Polonia o Belize. Desde Taiwan sale a diario la ayuda a cualquier ciudad del mundo.

El quehacer taiwanés ha motivado que la Universidad de Johns Hopkins y el Instituto Hudson realizaran teleconferencias con la participación del vicepresidente y el canciller de la República de China sobre la respuesta de las autoridades de la isla a la pandemia.

El 26 de abril Taiwán reportaba 429 enfermos de COVID19, seis defunciones y 281 pacientes recuperados. Quizás el más bajo índice en el mundo, a pesar de que la isla está a unas 110 millas de distancia de China continental.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), y en especial su director-general Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus ha estado en conflicto, desde hace años, con las autoridades de Taipéi. La OMS, afirman en Taiwán, ignora y ataca la gesti162n que ellos hacen en la lucha contra el COVID19.

El rol de la OMS

En marzo de este año, cuando el presidente Trump firmo la Ley Taipéi del 2019, una sección de la ley aboga expresamente por la inclusión del país en los organismos internacionales y expresa el apoyo de Estados Unidos a esos propósitos en la arena internacional. Y es una de las pocas leyes que se han aprobado por unanimidad en las dos cámaras del legislativo estadounidense en los últimos anos.

Desde el 2008 el congreso estadounidense exhortaba al Secretario de Estado a elaborar una estrategia para la participación de Taiwán en la Asamblea Mundial de la Salud (AMS), el máximo órgano de la OMS.

Para la reunión de ese organismo en el 2009 se invitó al Departamento de Salud de Taiwán, bajo la designación de China Taipéi, y estuvo participando hasta la asamblea del 2016. Ya para la del 2017 no se le cursó invitación, bajo presión de Pekín y el mandato de Tedros.

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En febrero pasado, un grupo de senadores de ambos partidos enviaron una carta al Dr. Tedros pidiéndole devolver el estatuto de observador a Taiwán y criticando la gestión de la OMS al tiempo que le piden que brinden información sobre el COVID19 a las autoridades de Taipei.

En cuanto comenzaron las críticas a la gestión de la dirigencia de la OMS por parte de la Casa Blanca y senadores estadounidenses, la OMS dijo no haber recibido información desde Taipéi sobre la trasmisión de la nueva enfermedad.

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La cancillería de Taiwán tuvo que publicar el correo electrónico donde el 31 de diciembre del 2019 le advertía a la OMS del nuevo tipo de “neumonía atípica” con pacientes tratados de forma aislada, es decir, transmisión de persona a persona.

El director-general de la OMS puso también en el menú de su defensa el racismo, acusando a la cancillería de la isla de organiza e iniciar una campaña en su contra. Fue precisamente la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, quien salió a desmentir las acusaciones de Tedros; recordando que son los residentes de Taiwán los que han sido discriminados en ese organismo y le invito a que visitara la isla.

Presidenta de Taiwán

En un comunicado de prensa, declaraba también la cancillería que lamentaban profundamente y protestaban de forma enérgica por las “falsas acusaciones del Director General de la Organización Mundial de la Salud, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, contra el Gobierno de Taiwán”.

En una entrevista con la televisión de Hong Kong, el Dr. Bruce Hayward, asesor principal de Tedros, trató a China y a Taiwán como sinónimos y cuando la entrevistadora insistió en la pregunta sobre la entrada de Taipei en la organización, esquivo la pregunta y literalmente se hizo el sordo.

Varios medios de prensa en el mundo publicaron recientemente un artículo del Dr. Chen Shih-chung, ministro de salud de Taiwán y sobre la seguridad sanitaria mundial y la inclusión, confirmaba que la isla “ha estado excluido durante mucho tiempo de la OMS debido a consideraciones políticas. Esto ha sido lamentable, teniendo en cuenta todo lo que Taiwán podría compartir con el mundo gracias a su reconocida experiencia en salud pública, su sistema sanitario”.

Ayuda de Taiwán al Vaticano

En la prensa local miamense, David Chien, Director General de la Oficina de Economía y Cultura de Taiwán en Miami, pedía al Dr. Tedros que mantuviera la neutralidad y profesionalismo y detuviera “cualquier otra acusación inexacta contra Taiwán” al tiempo que no se discriminara políticamente a Taiwán y retornar como observador a Asamblea Mundial de la Salud.

Medidas de Taiwán

El éxito de Taiwán lo atañen los especialistas a un cuidado anticipada, el ágil intercambio de información con la población, y una tecnología de punta con información rápida y eficaz, y cuenta con una ministra digital que ha hecho posible la masificación de los adelantos tecnológicos y comunicación y el uso en línea de la enseñanza.

Las enseñanzas de la epidemia del SARS en el 2003 no pasaron en vano. Todas las publicaciones recuerdan que el mismo 31 de diciembre del 2019 comenzaron a examinar a los pasajeros que llegaban a Taipéi desde Wuhan.

En la isla establecieron sus propias medidas preventivas, no se ajustaron al plan de la OMS y desde un inicio establecieron 124 medidas para detener la propagación. Ha sido una combinación de preparación temprana, experiencia en el área de combate a las epidemias, efectividad gubernamental y una rápida respuesta popular a mantener una batalla diaria.

En su artículo el Dr. Chen Shih-chung afirma que “cuando el 31 de diciembre de 2019 se confirmó por primera vez la información relativa a un nuevo brote de neumonía, ese mismo día Taiwán comenzó a aplicar la cuarentena a bordo de los vuelos directos procedentes de Wuhan” y para el 2 de enero del 2020, en la isla se “estableció un equipo de respuesta a la enfermedad y el 20 de enero activó el Centro de Comando Central de Epidemias”.

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El 2 de febrero ya se había ordenado el cierre de las escuelas, ampliaron las vacaciones de invierno y se tomaron medidas para desinfectar los centros educacionales. Tras unas vacaciones escolares extendidas, las escuelas abrieron sus puertas a finales de marzo con medidas extras para los escolares y los maestros. Es uno de los pocos países del planeta que el curso escolar se ha mantenido casi sin interrupción larga.

Países como Israel y Nueva Zelanda reconocieron haber utilizado el método de Taiwán para combatir el COVID19, denominando a la estrategia aplicada en la isla como Modelo Taiwanés.

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El clamor por el justo reconocimiento al esfuerzo científico y administrativo de esa nación en la lucha durante la pandemia ha aumentado el clamor por una representación de la isla en los organismos internacionales.

La ex gobernandora y ex embajadora de la ONU Nikki Haley lanzó una petición instando al Congreso a investigar a China por su papel en la crisis del coronavirus, y a tomar medidas enérgicas contra las acciones del gobierno comunista. También pide al Congreso que "apoye a Taiwán" y permita su ingreso a la OMS.

La presidenta taiwanesa viene llamando a la cooperación internacional y ha puesto en marcha un plan de envío de millones de máscaras sanitarias a Estados Unidos, Europa y países del Tercer Mundo. Taiwán es el segundo productor de las mascarillas en el mundo y ahora las dona a los necesitados.

En el mencionado artículo, el Dr. Chen Shih-chung advierte que “si la misión de la OMS es, en efecto, garantizar el más alto nivel posible de salud para todos los seres humanos, entonces la OMS necesita de Taiwán igual que Taiwán necesita de la OMS”. E insiste ante la OMS que reconozcan las contribuciones de Taiwán a la comunidad internacional en temas de salud pública, prevención de enfermedades y el derecho humano a la salud.