Solo el 40% de los ómnibus urbanos funcionan actualmente en la capital cubana, admitieron las autoridades en una reunión de trabajo celebrada esta semana.
“El servicio de transporte público está en manos del Estado. Por lo tanto, todas las deficiencias que tiene son culpa, precisamente, de esta llamada empresa estatal socialista. La ineficiencia de la empresa estatal socialista, es la responsable”, indicó el activista habanero Abdel Legrá Pacheco en conversación telefónica con Radio Televisión Martí.
“La cantidad de transporte público que existe es deficiente para una población de alrededor de 2 millones de habitantes y a la vez los equipos se deterioran mucho más rápido porque hay que darle mucha más explotación. Entonces no hay piezas de repuesto para reparar”, señaló el activista.
“Y otra cosa, Cuba no tiene para pagar, le dan las guaguas para que la paguen en no sé cuánto tiempo y luego no hay dinero para pagar. Y los chinos serán socialistas, pero si no les pagas, imagínate”, agregó.
El del transporte se suma al problema del suministro de energía eléctrica y del agua, al de la alimentación y el de las medicinas e insumos que fueron parte de las demandas del 11 de julio de 2021.
“Y siempre tratando de buscar a un chivo expiatorio y echarle la culpa al embargo, ó a los trabajadores por cuenta propia. Pero, la crisis del transporte se debe a la ineficacia propia del sistema que no es capaz de resolver los problemas”, apuntó.
La crisis se agrava a pesar de las donaciones del exterior de vehículos destinados al transporte de pasajeros. En enero 84 ómnibus llegaron a la Habana donados por la embajada de Japón.
“Eso ocurre aquí en La Habana. Yo tengo referencias con familiares y amigos en otras provincias y dicen que el transporte público es, prácticamente, inexistente y la gente se mueve gracias a camiones, motos y autos ligeros”.
“Tampoco existen otras vías alternativas como existen en otros países: metros tranvías y demás, que son vías que pueden transportar muchas más personas, pero el Estado cubano ha sido incapaz de poner en función otros sistemas que utilizan en el mundo”, lamentó Legrá.
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Como medida para paliar la severa situación del transporte público, los directivos de La Habana instaron a reforzar el apoyo de los vehículos estatales en la recogida de pasajeros y aplicar sanciones a quienes no lo hagan.
“Creo que la solución está en permitir a operadores particulares hacerse cargo del transporte público. Igual que deben darle apertura a las personas que se dediquen a la reparación y mantenimiento de estos vehículos para poder importar herramientas, piezas de repuesto”, dijo el productor de audiovisuales Rudy Cabrera Arcia.
“Descentralizar todo el transporte público, porque al final uno se da cuenta de que el precio no es tan alto, pero ¿de qué sirve pagar un precio tan bajito cuando luego no hay transporte?”, preguntó.
En 1958, la capital cubana disponía de 4,500 vehículos para el transporte urbano e interurbano que se complementaba con una amplia red ferroviaria con itinerarios a todas las provincias y numerosas líneas de autobuses privadas.