En un hecho inédito en la historia de Guatemala, Bernardo Arévalo y Karin Herrera fueron juramentados en horas de la madrugada del 15 de enero como presidente y vicepresidenta, pasado un día de la fecha estipulada por la Constitución Política.
El retraso de la toma de posesión de más de ocho horas se dio por una falta de acuerdos en el Congreso mientras se elegía a su Junta Directiva y a sus diputados para un nuevo período. El impasse se destrabó a las 10:30 pm del domingo.
"Yo felicito al presidente Bernardo Arévalo de León y la vicepresidenta Karin Herrera de Guatemala por su investidura. Los lazos entre Guatemala y Estados Unidos son profundos, y la inauguración de hoy es un testamento histórico de nuestro compromiso compartido por la democracia y la voluntad del pueblo", declaró en Washington el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
Mientras se esperaba la juramentación, la administradora de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, USAID, Samantha Power, quien encabezó una delegación de EEUU a la investidura, hizo un llamado al Congreso guatemalteco a defender la voluntad del pueblo. "El mundo está mirando", escribió en la red social X.
Posteriormente, el subsecretario de Estado de Estados Unidos, Brian Nichols, publicó una fotografía junto al nuevo presidente y vicepresidenta y afirmó que el anhelo democrático del pueblo derrotó a las fuerzas de la corrupción.
Durante la inusual demora en la asunción de Arévalo, uno de los mandatarios invitados, el presidente de Colombia Gustavo Petro, dijo en la misma red social que su delegación no se retiraría del lugar hasta realizarse la transferencia de poder.
Entretanto, algunos de los invitados tuvieron que retirarse, como el Rey de España, que abandonó el teatro pasadas las 10:30 pm, y el presidente chileno, Gabriel Boric, quien se excusó diciendo que debía regresar a su país para cumplir con actividades de su agenda política.
Más temprano, la Unión Europea y la Organización de los Estados Americanos (OEA) emitieron un comunicado conjunto con diversos países en donde indicaron que el pueblo guatemalteco expresó su voluntad democrática en elecciones justas, libres y transparentes, por lo que "esa voluntad debe ser respetada".
La investidura
En una ceremonia realizada en el Centro Cultural Miguel Ángel Asturias, Arévalo fue juramentado por el recién electo presidente del Congreso de Guatemala, Samuel Pérez, del Movimiento Semilla, para un período de cuatro años.
"Me llena de profundo honor asumir esta alta responsabilidad. Mediante la unidad y la confianza podemos transformar Guatemala. Este momento no solo representa un logro personal, sino un paso firme a la democracia", dijo Arévalo en su discurso inicial, en el cual agradeció el apoyo brindado por la comunidad internacional.
Arévalo, un político "anti-corrupción" que llegó al poder con la promesa de restaurar la democracia en el país, enfrentó un sinnúmero de obstáculos para poder asumir su mandato este lunes.
Ya como nuevo mandatario, dijo que "actores corruptos" buscaban asestar un golpe de Estado en su contra, dirigido por la fiscal de Guatemala Consuelo Porras, sancionada por Estados Unidos por "socavar la democracia" en el país centroamericano.
Tras la juramentación, miles de personas se congregaron en la Plaza de la Constitución en el centro histórico de Guatemala para celebrar junto al mandatario su asunción.
Arévalo dijo en su discurso que agradecía a los jóvenes de Guatemala, así como al liderazgo ancestral "que no perdieron la esperanza" ante las complejidades que vivieron tras el triunfo en los comicios presidenciales.
De hecho, desde el sábado por la noche decenas de indígenas pernoctaron en la Plaza de la Constitución para rechazar "cualquier intento de golpe de Estado" contra Arévalo.
El retraso de la ceremonia este domingo encendió nuevamente las alertas de cualquier intento de frenar este proceso por lo que surgieron protestas en la sede del Congreso de la República y el Ministerio Público de Guatemala.
"Estos fueron los últimos recursos de las personas que pretendían dar un golpe de Estado en Guatemala, pero no fue posible por la democracia", dijo a la Voz de América Mercedes Martínez, líder indígena guatemalteca que esperó por más de 8 horas la asunción de Arévalo en el Centro Cultural Miguel Ángel Asturias.
(Con información de la VOA, AP y la plataforma X)