El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha considerado “ilegal” la controvertida reforma legal de Polonia de 2019, que afecta la “independencia de los jueces” y desconoce la preeminencia de las instituciones comunitarias sobre las nacionales.
La corte, con sede en Luxemburgo, estima parcialmente el recurso de la Comisión Europea contra Varsovia y advierte que los Estados miembros “están obligados a velar por evitar cualquier regresión, en cuanto al valor del Estado de Derecho (…), absteniéndose de adoptar normas que menoscaben la independencia judicial”.
Además, recuerda que la independencia judicial “forma parte de la identidad misma de la Unión” y “se concreta en obligaciones jurídicamente vinculantes, de las que los Estados miembros no pueden exonerarse invocando disposiciones o jurisprudencia internas”.
Multas millonarias
“El TJUE mantiene su posición de que el sistema judicial en Polonia no es, en su totalidad, independiente, y deben aplicarse reformas para separar la influencia del poder político del poder judicial”, explicó Adam Krzywon, profesor de Derecho de la Universidad de Varsovia, en declaraciones a Martí Noticias.
Para Mira Milósevich, investigadora principal del Real Instituto Elcano, el sistema de elección de los jueces “no garantiza su imparcialidad política”.
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“Desde una postura de país miembro, Polonia ha estado diciendo que las instituciones europeas, como el Tribunal de Justicia de la Unión, no tienen competencia sobre las polacas”, apunta la experta. Pero, su posición actual contrasta con la sostenida cuando aspiraba a ingresar en la UE, junto a Hungría, “y hacía todo lo que se le pedía, y más o menos intentaba cumplir con las reformas”.
Una vez dentro, dice, “han dejado de cumplir sus obligaciones”.
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En 2020, la Unión Europea calificó de “ilegal” la reforma judicial de Polonia y le impuso una multa de un millón de euros diarios hasta que el país cumpla con 16 exigencias de la Comisión. Luego la rebajó a 500.000 euros por día.
“En estos años, a Polonia se le han retenido casi 700 millones de euros de fondos europeos por la no aplicación de la primera sentencia del Tribunal”, afirma Francisco Fonseca Morillo, director del Instituto de Estudios Europeos de la Universidad de Valladolid.
Si no acepta la sentencia, la Comisión Europea podría además seguir bloqueando “unos 35.000 millones de euros en fondos de recuperación de la pandemia”.
“La importancia de la sentencia es que establece que el único capacitado para interpretar cualquier regla de derecho europeo y cualquier conflicto entre el derecho europeo y el nacional, es el Tribunal de Justicia de la UE. Hacer competencia al TJUE está terminantemente prohibido por los Tratados”, apostilló
¿Irse o quedarse?
A pesar de las graves tensiones entre las partes, Polonia no busca abandonar la Unión Europea, sino “aprovechar” sus privilegios sin cumplir la ley común, en opinión de la investigadora Mira Milósevich.
“No, no, no. Lo que quieren es ser miembros de la Unión Europea y recibir todas las ayudas y fondos. De hecho, ahí es donde la UE intenta castigarlos, donde más les duele”, admite.
Lo que sí quieren conservar Polonia y otros países, añade, es “su nacionalismo étnico y, sobre todo, el toque autoritario que demuestra que son democracias muy jóvenes”.
“Polonia, en ningún caso, ha manifestado su intención de retirarse. Para empezar, porque su milagro económico es un ejemplo de la importancia de pertenecer a la Unión Europea. De una renta per cápita muy inferior, está rozando ya la media europea”, aclara Fonseca.
Mientras, el gobierno polaco reaccionó a la sentencia con ataques a Bruselas y dijo que el veredicto “no fue redactado por jueces, sino por políticos”.