La libreta nueva es lo de menos, lo peor es la escasez total en las bodegas, advierten cubanos

Una cubana muestra su vieja libreta de racionamiento junto a una ración de pan. (AFP/Archivo)

El Ministerio de Comercio Interior (MINCIN) anunció atrasos en la entrega de las nuevas libretas de racionamiento, correspondientes a 2024, debido a limitaciones financieras para la importación de la materia prima necesaria para su confección, pero residentes en varias provincias cubanas dijeron a Martí Noticias que ese es un problema menor ante la agudización de la falta de alimentos que se venden por la canasta básica normada.

En el poblado de Sagua de Tánamo en la provincia de Holguín, Alfredo Álvarez Leyva dijo que desde el comienzo de año nuevo, ni el pan normado lo han vendido en esa localidad.

“La libreta de racionamiento no la han entregado todavía. Repartieron dos libras de arroz y una libra de azúcar. El desabastecimiento es total; es irresistible lo que se está viviendo aquí en Sagua de Tánamo”, afirmó.

En el municipio de Aguada de Pasajeros, en la provincia de Cienfuegos, incluso han disminuido los productos que se venden en las Mipymes, por el temor que tienen los emprendedores privados ante la amenaza de la aplicación de nuevas medidas restrictivas en su contra con la llegada del año nuevo, señaló Juan Alberto de la Nuez Ramírez.

Y por la libreta no han distribuido alimentos todavía, aseguró. “En este mes de enero no han entregado nada todavía en la tienda por la tarjeta normada”.

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Testimonios de cubanos sobre el desabastecimiento en enero.

Miguel Ángel López Herrera explicó que la escasez de productos básicos es total en la ciudad de Guantánamo. “Aquí las cosas esto va de mal en peor. En estos momentos, en la canasta básica de este mes de enero, no se ha repartido absolutamente nada”, informó el activista.

Adriano Castañeda, periodista independiente que reside en la ciudad de Sancti Spíritus dijo que en esa localidad solamente han distribuido "tres libras de arroz por esta libreta que está ya en su momento de ocaso”.

William Tamayo, quien reside en el municipio holguinero de Banes, en el oriente cubano, aseguró que allí la crisis es total: “Hay un descontento grande en la población y hay un desespero grande en la población, porque todos los días primero de cada año se repartía la libreta de racionamiento, libreta que todavía no han dado en las 136 bodegas del municipio de Banes”, dijo el opositor.

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La Habana no escapa a la escasez, explicó desde el municipio capitalino de Arroyo Naranjo el periodista independiente Vladimir Turró.

“Ahora mismo, por lo menos en el municipio Arroyo Naranjo, no se encuentra una vianda, no se encuentra un plátano... En las Mipymes el precio del pollo ha aumentado considerablemente, un paquete de 10 libras se está comercializando entre los 3,300 y los 3,600 pesos. La situación es bastante compleja para los cubanos, el cubano de a pie, para los ancianos pensionados”, subrayó el comunicador.

En Camagüey, al centro de la isla, la situación no es mejor, alertó la activista Leydis Tabares.

“Dos libras de azúcar, solo eso. Es muy grande la tristeza que tiene todo el mundo, todo el mundo está desanimado. Aquí no hay pan desde que comenzó el año. Todos los que no somos dirigentes de esa cúpula castrista, todo el mundo necesita... Aquí todo el mundo es vulnerable”, enfatizó la residente del barrio La Vigía, en la capital agramontina.

En el plan de choque económico para el año 2024, anunciado por las autoridades cubanas durante las intervenciones en la Asamblea Nacional del Poder Popular en diciembre pasado, además de la subida del precio de los combustibles, la electricidad, el agua y otros servicios, está contemplado el fin del subsidio universal a los alimentos y otros productos incluidos en la libreta de racionamiento.

Al respecto, el primer ministro Manuel Marrero Cruz dijo ante el Parlamento que el objetivo es pasar a “subsidiar personas y no a productos” para lograr un esquema “más justo y eficiente”.