Las denuncias de violencia de género en Cuba son financiadas por EEUU, dice Granma

Marthadela Tamayo en la campaña por el cese de la violencia de género en Cuba (Foto: Cortesía de la activista).

“Vendidas” y “vendidos” al imperio, tanto mujeres como hombres activistas, es el calificativo que usa el gobierno de Cuba a través de su periódico oficial, Granma, para referirse a quienes denuncian la violencia de género en el país, declaró el miércoles Marthadela Tamayo, de la Red Femenina de Cuba y la Alianza Cubana por la Inclusión.

Desde hace poco más de un año un grupo de cubanas de la sociedad civil vienen trabajando en la campaña “Unidas por Nuestros Derechos”, que reclama una ley integral contra la violencia de género y que se tipifique en el Código Penal la existencia del feminicidio como un delito, le dijo Tamayo a la presentadora Exilda Arjona en el programa de Radio Martí, Cuba al Día.

El motivo ha sido “el aumento de la violencia de género en Cuba y, dentro de ella, los casos de feminicidio”, explica la activista.

Sin embargo, bajo el título de “Revictimizada mil veces”, Granma se refiere a los esfuerzos de las cubanas de la sociedad civil como una maniobra financiada por Estados Unidos.

“La mediatización del feminicidio en las redes sociales se ha convertido en uno de los recursos más explotados por la maquinaria de medios digitales financiados por Estados Unidos para la guerra comunicacional dirigida hacia la sociedad cubana”, dice un artículo que lleva la firma de un hombre, Javier Gómez Sánchez, en el diario oficial.

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Marthadela Tamayo: "En Cuba no tenemos acceso a datos de violencia de género"

Es el discurso trasnochado y tardío del gobierno cubano para arremeter contra el grupo de mujeres que, de manera organizada, viene realizando esta campaña, observa Tamayo en diálogo con Arjona.

“Hoy día 19 de agosto vamos ya por el feminicidio número 12 que se ha venido recogiendo desde el observatorio de la Red Femenina de Cuba y desde el observatorio de Yo Sí Te Creo en Cuba, otra de las plataformas donde participan [...] también académicas, profesoras e intelectuales”, indica Tamayo.

El artículo de "Granma".

Ocurrió uno el 5 de agosto, después otro el 14 de agosto, y un tercero el 17 de agosto, tres en menos de dos semanas, subraya. Granma, en tanto, la emprende contra medios digitales “abiertamente reconocibles como parte de la contrarrevolución”, servicios de prensa extranjera acreditados en la isla y “los que reciben financiamiento bajo el camuflaje” de medios y periodismo independiente.

“Al estado cubano le faltó decir --a este periodista que hace la crítica le faltó decir-- que en Cuba no se actualizan, ni tenemos tampoco acceso, a los datos de violencia de género”, explica la activista. “¿Dónde vamos a buscarlos?”

No se transparentan datos; no se conoce una cifra exacta que venga desde el lente del poder, añade. Luego comenta que el articulista compara la situación de Cuba con la de otros países sin que haya estadísticas rigurosas sobre los feminicidios.

“Como siempre, [el gobierno de] Cuba se va escudando en la comparación con otros países, y va dejando atrás el problema de Cuba”, denuncia Tamayo.

Cita un estudio conducido en más de 20 naciones y publicado bajo el título de La Pandemia Invisible, que documenta el aumento de la violencia de género y los casos de feminicidio durante la pandemia del COVID-19.

“Habla tanto de Cuba como de otros países”, dice, y menciona que muchas de las mujeres de la Red Femenina proporcionaron datos para esa investigación. “Nosotras hablamos de los problemas de Cuba, pero también somos críticas y hablamos de problemas que ocurren en el mundo, porque a la violencia de género no hay que ponerle una bandera [...]; hay que denunciarla, estemos en el país que estemos”.

Para Luz Escobar, periodista del diario digital 14ymedio, lo más notable del artículo de Granma es que omite información.

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Luz Escobar: "Lo más notable del artículo de Granma es que omite información"

“Hace una defensa de los intereses del Partido [Comunista] ante lo que ellos temen muchísimo, que es el despertar de la sociedad civil independiente”, le dijo a Radio Televisión Martí.

“Cada vez que hay un despertar de la sociedad civil independiente, ya sea defendiendo a los animales, ya sea de la comunidad LGBT o, como en este caso, de los asuntos que tienen que ver con la violencia de género, el gobierno saca su espada”, añade Escobar.

El autor se va a Alemania, a Francia y a otros países de los cuales menciona estadísticas actuales, y de Cuba solo puede citar cifras de 2016, observa la periodista de 14ymedio.

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“Y aunque él matiza diciendo que sería bueno tener cifras actuales, no condena estas instituciones que deben, desde Cuba, contabilizar y fiscalizar este tipo de fenómenos, que están muy mal registrados por la prensa oficial que él representa y que, además, no forman parte del debate público en los medios tradicionales”, indica Escobar refiriéndose precisamente a diarios como el propio Granma y Juventud Rebelde y los medios televisivos de alcance nacional.

Falta la aproximación rigurosa al tema mediante estudios académicos, y lo que suele ocurrir es que los abordan superficialmente, como una pincelada en una novela o como un testimonio aislado de una mujer que sufrió violencia, no como un fenómeno social, comenta la reportera.

“La omisión que más destaca [en el artículo de Granma] es que en Cuba no está penalizado este delito en el Código Penal, y ni siquiera significa un agravante para el agresor en caso de que vaya a juicio”, manifiesta.

El autor no lo menciona, pese a que se trata de una de las batallas que más han librado esas activistas; en cambio, la prensa independiente sí lo ha reflejado cada vez que toca el tema, refiere Escobar.

“El se pasa con fichas en ese punto y, sin embargo, se recrea en cifras de otros países, que calcula matemáticamente de una manera bastante desafortunada, porque comparar una población de 12 millones de habitantes con países como Francia, Alemania, que [las] duplican, triplican y cuadruplican; no va a las tasas de esos países, sino a la cantidad, comparándola con la cantidad de Cuba, y ya sabemos que en estadísticas eso es un pecado”, agrega.

Otros periodistas y artistas independientes compartieron en las redes sociales sus opiniones sobre el artículo de Granma.

“Poner a un hombre a hablar de cómo, cuándo y dónde hablar de feminicidios y decir que los feminicidios son “propiedad” de las instituciones estatales,o si no son un proyecto del enemigo... !Qué bajo han caído!”, escribió Tania Bruguera, directora del Instituto de Artivismo Hannah Arendt.

“El autor de este ‘nosécómollamarlo’ pretende hacernos creer que la ocurrencia de feminicidios en Cuba es cosa del enemigo”, comentó el reportero de Diario de Cuba Jorge Enrique Rodríguez. “Se puede ser tonto... pero muy tonto es excesivo”.

Para la periodista Elaine Díaz Rodríguez hay una lógica arbitraria en las justificaciones del periódico oficial.

“Según esta lógica los feminicidios en Cuba son menos feminicidios porque ocurre ‘solo’ uno a la semana y no dos por semana como en Francia.”, escribió Díaz Rodríguez en su página de Facebook. “La lógica de Granma prefiere culpar a los medios que visibilizan los feminicidios [antes] que a los agresores. Por culpa de lógicas como esas siguen muriendo mujeres”.