La marcha del 11 de mayo de 2019, un hito de la sociedad civil cubana

Activistas de la comunidad LGBTIQ en Cuba durante una marcha espontánea contra la homofobia el 11 de mayo de 2019. (AP Photo/Ramon Espinosa)

A tres años de la marcha independiente por los derechos de la comunidad LGBTIQ, en La Habana, activistas coinciden en que el 11M marcó uno de los primeros momentos en que la sociedad civil cubana tomó las calles para reclamar sus derechos.

“El 11M no es un hito en la historia de la sociedad civil cubana por exclusividad, debido a que se sabe que anteriormente, en alguna medida, se organizaron eventos similares, aunque de mucha menor magnitud. Igual por el hecho de que los animalistas habían organizado una marcha, primero”, dijo a Radio Televisión Martí el artista Julio Llópiz Casal.

“El 11M es un hito, porque sí es la primera vez que se usaron con la mayor eficiencia posible las herramientas de la comunicación por redes y tecnología para que la sociedad civil organizara un evento público al margen del poder organizativo de las instituciones estatales. Sentó un precedente”, señaló.

Un activista discute con un policía el sábado 11 de mayo de 2019.

“Solamente por el hecho de que haya terminado de una manera no del todo feliz, se sabe que terminó habiendo represión, pero sí por el hecho de que distintos sectores aliados a la comunidad LGBTI se pasaron unos cuantos días previos al 11 de mayo, organizándose entre ellos y tratando de generar un suceso que, desde el punto de vista visual, fue hermoso y desde el punto de vista organizativo sí quedó todo lo bien que podía haber quedado por parte de quienes lo protagonizaron”, recalcó.

“Sí, sentó un precedente importantísimo, que, de algún modo, ya sea más directo o más indirecto, influyó en el acuartelamiento en San Isidro. Y por supuesto en el subsiguiente 27N, el 27 de noviembre, en los acontecimientos del 27 de enero y obviamente en el estallido social del 11 de julio”, concluyó Llópiz Casal.

Desde aquel 11 de mayo de 2019, no han sido muchos, los avances reivindicativos para las personas LGBTIQ.

“Llegamos a esta lucha de derechos que no parece tener fin, pero que se mantiene. De la fecha a acá, no ha habido todavía un avance más de derechos en la comunidad LGTBI. Hay un Código de las Familias dando vueltas, pero de allá a acá, quizás un hotel; pero eso no es un beneficio, no es una ganancia para la comunidad LGTBI”, indicó la periodista independiente María Matienzo.

Aun así, “con esta Marcha del 11 de mayo, quedó demostrado que la comunidad LGBTI podía convocar, podía ser autónoma”, agregó.

La participación de personas heterosexuales vinculadas a los grupos de oposición aumentó la diversidad de los que reclamaron beneficios para el colectivo LGBTIQ.

Y “demostró que hay un profundo sentimiento homofóbico de quienes estuvieron ahí para reprimir. De hecho, las personas más reprimidas fueron las que no pertenecen a la comunidad LGBTI, pero que sí están a favor de los derechos de esta comunidad, que sí son aliadas y acompañantes”, recordó Matienzo.

La represión comenzó antes de la marcha, con el secuestro de Jimmy Roque, Juana Mora, Adonis Milán e Isbel Díaz y continuó con la intervención de militares y Brigadas de Respuesta Rápida que, a golpes y apresamientos, diluyeron la manifestación.

Aunque los derechos del colectivo LGBTIQ están establecidos en la Constitución cubana, las personas sufren constantemente su vulneración, por su orientación sexual e identidad y el incumplimiento de obligaciones por parte del Estado cubano, apunta el informe “Su amor no hace daño, tu odio sí”, presentado en un panel en mayo de 2021.

Debido a la tragedia del Hotel Saratoga, el régimen canceló nuevamente la conga oficial contra la homofobia, en un año considerado decisivo por el colectivo para discutir temas como la aprobación de una ley de identidad de género y de un Código de las Familias inclusivo.