La policía británica se preparaba el miércoles para otra noche de violencia entre preocupaciones de que grupos de ultraderecha planeaban atacar hasta 30 lugares en Reino Unido tras una semana de disturbios y altercados.
Las autoridades movilizaron a unos 6.000 agentes con formación especial para responder a los disturbios en todo el país, y la Policía Metropolitana de Londres dijo que haría "todo lo que esté en nuestro poder" para proteger la capital.
"Estamos al tanto sobre estos eventos planeados por grupos divisivos y de odio en la capital", dijo el subcomisario asistente de la Met, Andy Valentine, el martes por la noche. "Han dejado muy clara su intención de causar interferencias y división (...) No toleraremos esto en nuestras calles".
Ciudades y pueblos de todo Reino Unido han sufrido episodios de violencia en la última semana, en la que turbas enojadas agitadas por extremistas de ultraderecha han chocado con policías y contramanifestantes, impulsados por la desinformación sobre la identidad del sospechoso de matar a tres niñas en un apuñalamiento en la población costera de Southport. El sospechoso fue falsamente identificado como inmigrante y musulmán.
Alborotadores que coreaban lemas contra los inmigrantes han atacado mezquitas y hoteles que alojan a solicitantes de asilo, y se han reportado contraataques violentos en algunas comunidades.
Grupos de conversación en internet han compartido una lista de firmas legales especializadas en inmigración y agencias de asesoría como posibles objetivos para el miércoles. Los mensajes invitaban a la gente a "ponerse máscara" si asistía.
El primer ministro, Keir Starmer, celebró el martes una segunda reunión consecutiva del comité de respuesta a emergencias del gobierno, conocido por sus siglas COBRA, para coordinar la respuesta a la crisis, que describió como "violencia de extrema derecha".
La policía ya hecho más de 400 detenciones en todo el país, y el gobierno ha prometido procesar y encarcelar a los responsables de los desórdenes.
Los casos de los que reconocieron haber participado en los altercados ya estaban en marcha, y las autoridades advirtieron que se impondrían duras sentencias. Uno de los primeros en ser sentenciado fue Derek Drummond, de 58 años, condenado a tres años de prisión tras admitir su participación en un disturbio violento y haber dado un puñetazo en la cara a un policía en Southport el 30 de julio.
Fue uno de los tres hombres encarcelados en casos tramitados el miércoles en la Corte de la Corona de Liverpool.
"Los tres hombres condenados hoy son la punta del iceberg y apenas el principio de lo que será un proceso muy doloroso para muchos que eligieron estúpidamente participar en disturbios violentos", afirmó el fiscal de distrito de la corona, Jonathan Egan. "Muchos de los implicados serán enviados a prisión durante mucho tiempo".
El gobierno también ha anunciado nuevas medidas para proteger las mezquitas.
El alcalde de Londres, Sadiq Khan, dijo en una publicación en X que la policía, el ayuntamiento y líderes de la comunidad trabajaban para proteger los edificios y lugares de culto señalados. Las personas implicadas en los disturbios sentirían toda la fuerza de la ley, añadió.
"Sé que las chocante escenas han asustado y atemorizado a muchos musulmanes y comunidades de minorías étnicas, de modo que pido a mis vecinos londinense que comprueben cómo están sus amigos y vecinos y les muestren esa atención y compasión que caracteriza a los londinenses", dijo. "En Londres tenemos tolerancia cero con el racismo, la islamofobia, el antisemitismo y cualquier forma de odio".