Jennifer Marie Salinas es la actual campeona mundial en la categoría Súper Gallo. Tiene esposo, cuatro hijos y un título que defender en los próximos meses. En esta entrevista en el programa 1800 Online, de Radio Martí, cuenta cómo lidia con todo.
Jennifer Marie Salinas es una mujer de contrastes sorprendentes: con las mismas manos que puede noquear a su contrincante, compone una pieza musical, acuna a sus 4 hijos y se pone lápiz labial con extrema coquetería.
Esta boxeadora boliviana – estadounidense, de 31 años, es la actual campeona mundial en la categoría Super Gallo, título que arrebató a la colombiana Yolis Marrugo en noviembre pasado. La Reina Boliviana, como le apoda la fanaticada, saltó al ring a los 19 años, y escaló rápidamente en el mundo boxístico por su talento natural y dedicación.
Una difícil niñez le hizo proyectarse siempre de modo agresivo, pero afortunadamente canalizó toda esta agresividad en el deporte de los puños, en gran medida gracias al apoyo del entrenador cubano Ernesto Alonso.
“Vio talento y potencial, trabajó mucho conmigo y me hizo campeona de los Guantes de Oro en menos de un año", dijo Jennifer durante su comparecencia este viernes en el programa 1800 Online.
La joven se ha mantenido en el boxeo por 10 años, y justo cuando estuvo a punto de abandonarlo para dedicarse a la familia, la propuesta para discutir el título mundial la enrumbó nuevamente hacia el ring.
Ostentar este título ha hecho que Jennifer disfrute de la admiración y el apoyo del pueblo boliviano. Además, recibió un premio de 20 mil dólares de manos del presidente Evo Morales, un gesto que Salinas agradece, pues contrario a lo que podría creerse, han sido más sacrificios que bonanzas económicas.
La vida en el boxeo es sumamente sacrificada; asegura que no tiene vida social, pero sí una hermosa familia. Vive en Virginia, Estados Unidos, junto a su esposo y sus cuatro hijos y ni siquiera durante los embarazos ha detenido su entrenamiento.
Por lo contrario, insiste en que el ejercicio le ha ayudado a tener partos naturales, en propia casa y sin anestésicos o calmantes, pues asegura que podrían afectar su disposición física para el boxeo.
Semejante régimen le permitió regresar al cuadrilátero en breve después de dar a luz a su última hija, y también ganar la pelea. “La levanté a ella en símbolo de que sí se puede. La mujer, la madre, la esposa puede cumplir su sueño,” insistió.
Con una honestidad tajante, confiesa que aconseja a sus hijos defenderse a los puños en caso de ser necesario, y efectivamente -- asegura entre risas -- su hogar es un verdadero caos cuando los pequeños empiezan a pelear.
Aunque acepta que en medio de una pelea pierde completamente su femineidad, fuera del ring Salinas pone especial cuidado en su maquillaje y ropas, y como pasatiempo, compone música en el piano y poemas que luego se convierten en las letras de sus canciones.
En estos momentos, Jennifer se prepara para defender su título mundial en tierra boliviana. “Va a ser un evento grandísimo y si Dios quiere va a ser un éxito total,” comentó positiva, y expuso sus planes para potenciar el boxeo en Bolivia y en el futuro, convertirse en entrenadora.
Escuche aquí la entrevista completa:
Esta boxeadora boliviana – estadounidense, de 31 años, es la actual campeona mundial en la categoría Super Gallo, título que arrebató a la colombiana Yolis Marrugo en noviembre pasado. La Reina Boliviana, como le apoda la fanaticada, saltó al ring a los 19 años, y escaló rápidamente en el mundo boxístico por su talento natural y dedicación.
Una difícil niñez le hizo proyectarse siempre de modo agresivo, pero afortunadamente canalizó toda esta agresividad en el deporte de los puños, en gran medida gracias al apoyo del entrenador cubano Ernesto Alonso.
“Vio talento y potencial, trabajó mucho conmigo y me hizo campeona de los Guantes de Oro en menos de un año", dijo Jennifer durante su comparecencia este viernes en el programa 1800 Online.
La joven se ha mantenido en el boxeo por 10 años, y justo cuando estuvo a punto de abandonarlo para dedicarse a la familia, la propuesta para discutir el título mundial la enrumbó nuevamente hacia el ring.
Ostentar este título ha hecho que Jennifer disfrute de la admiración y el apoyo del pueblo boliviano. Además, recibió un premio de 20 mil dólares de manos del presidente Evo Morales, un gesto que Salinas agradece, pues contrario a lo que podría creerse, han sido más sacrificios que bonanzas económicas.
La vida en el boxeo es sumamente sacrificada; asegura que no tiene vida social, pero sí una hermosa familia. Vive en Virginia, Estados Unidos, junto a su esposo y sus cuatro hijos y ni siquiera durante los embarazos ha detenido su entrenamiento.
Por lo contrario, insiste en que el ejercicio le ha ayudado a tener partos naturales, en propia casa y sin anestésicos o calmantes, pues asegura que podrían afectar su disposición física para el boxeo.
Semejante régimen le permitió regresar al cuadrilátero en breve después de dar a luz a su última hija, y también ganar la pelea. “La levanté a ella en símbolo de que sí se puede. La mujer, la madre, la esposa puede cumplir su sueño,” insistió.
Con una honestidad tajante, confiesa que aconseja a sus hijos defenderse a los puños en caso de ser necesario, y efectivamente -- asegura entre risas -- su hogar es un verdadero caos cuando los pequeños empiezan a pelear.
Aunque acepta que en medio de una pelea pierde completamente su femineidad, fuera del ring Salinas pone especial cuidado en su maquillaje y ropas, y como pasatiempo, compone música en el piano y poemas que luego se convierten en las letras de sus canciones.
En estos momentos, Jennifer se prepara para defender su título mundial en tierra boliviana. “Va a ser un evento grandísimo y si Dios quiere va a ser un éxito total,” comentó positiva, y expuso sus planes para potenciar el boxeo en Bolivia y en el futuro, convertirse en entrenadora.
Escuche aquí la entrevista completa:
Your browser doesn’t support HTML5