Las MIPYMES en Cuba: oportunidades y retos, según un especialista

Una mujer espera que le muestren un vestido en una tienda privada de ropa y artesanías en La Habana. (AP Foto/Ramón Espinosa, Archivo)

Cuba ha autorizado más de 900 micro, pequeñas y medianas empresas, conocidas como MIPYMES, en alrededor de tres meses, en medio de una desesperada carrera por animar la economía de la isla.

Las MIPYMES fueron otro paso de una serie de flexibilizaciones graduales a la iniciativa privada cerrada en 1968, durante la llamada “ofensiva revolucionaria”, cuando talleres, comercios y timbiriches fueron absorbidos o clausurados por el Estado.

“Es el reconocimiento de la propiedad privada, se ha obtenido la personalidad jurídica o parte de esto. Además, se separa el patrimonio personal de los socios del de la empresa. Esto no ocurría con los trabajadores por cuenta propia”, explicó a Radio Televisión Martí Ángel Marcelo Rodríguez Pita, experto en emprendimientos privados.

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“También hay cierta posibilidad de acceso a créditos en MLC [Moneda Libremente convertible] y CUP [Unidad de Pesos Cubanos] y digo cierta posibilidad porque las financieras aprobadas hasta el momento, están hablando de que se otorgan créditos en MLC, pero se deben devolver en un plazo de cuatro meses. Y es muy difícil realizar un proceso inversionista a través de esos préstamos y devolverlo en 4 meses cuando se trata de importar determinados bienes, equipamientos e insumos y que ya estén disponibles, instalados esos medios en el negocio en menos de 4 meses. Eso no ocurre así “, apuntó el especialista.

Según la nueva ley, las MIPYMES deben constituirse como Sociedad de Responsabilidad Limitada y pueden tener entre tres y 100 empleados. Pueden ser privadas o estatales o formar parte de una cooperativa.

“Entre los retos que tienen habría que mencionar las restricciones en la cantidad de trabajadores a contratar. Estamos hablando de hasta 100. Y otro es la presión fiscal en los pagos de contribución a la Seguridad Social”, subrayó el también director de la organización independiente Cuba Humanista.

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Reporte de Yolanda Huerga para Radio Martí

Los aspirantes tendrán que enfrentar numerosos obstáculos como la desactualización del Código Laboral de la República, lo que limita la sindicalización de los empleados.

Igualmente, la burocracia en los procedimientos para conflictos o sucesiones, para registrar nombres, la inscripción y “el carácter progresivo del sistema tributario que no permite la acumulación de capital para la reinversión y la generación de empleos” serían problemas a resolver.

Por ejemplo, los precios de los productos estarán acordes con lo invertido en la materia prima. El embarazoso entramado de importar los materiales, trasladarlos y cumplir con los pagos de gestión no permite rebajas.

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“Existe ahora “una oportunidad de posicionamiento de la marca en el mercado y la relación tanto con empresas nacionales y extranjeras acreditadas en el país y esto es importante porque hasta la fecha no hay mercado mayorista. Seguimos con un deficiente mercado mayorista y esto permitiría a los emprendedores comenzar a relacionarse, contratar determinados bienes y servicios entre ellos, para poder suplir la ausencia de ese mercado mayorista en alguna medida”, anotó.

Concurre en detrimento de los propietarios, “el impuesto sobre las ventas minoristas y servicios a particular, que los coloca en una posición poco competitiva en el mercado con respecto a la empresa estatal porque como no hay un mercado mayorista tienen que acceder, en no pocas ocasiones, a comprar en las mismas tiendas minoristas y por tanto se incrementa el costo, lo que afecta al consumidor” por carácter transitivo, lamentó el economista.

Entre las pymes admitidas las hay dedicadas a la refacción de automóviles, producción agrícola o láctea, de materiales de la construcción, de fabricación de muebles o colchones, textiles o servicios de diseño y mantenimiento de parques, informó el Ministerio de Economía.

“Hay que recordar que esas micros, pequeñas y medianas empresas aún no pueden realizar la labor de importación y exportación de forma directa, sino que tienen que hacerlo a través de una empresa del Ministerio de Comercio Exterior y la inversión extranjera y dentro del marco nacional tienen que relacionarse, prácticamente, con empresas relacionadas al Ministerio de Comercio Interior, empresas que usualmente se mueven en pérdidas”, afirmó Rodríguez Pita.