El famoso evento global "Le Díner en Blanc", al que todos los invitados van vestidos de color blanco y, durante la cena, de influencia francesa, sólo se permite el consumo de vino o champán, productos que los asistentes tienen que reservar en la tienda virtual, se presentará por segunda vez en Cuba el próximo 11 de noviembre.
Esta segunda edición espera más de 350 invitados, según Travel Trade Caribbean, organización editora de publicaciones para la promoción del turismo en Cuba, el Caribe y América Latina. El paquete de tres noches y cuatro días está disponible al precio de 558 a 956 dólares.
La periodista Luz Escobar, dijo desde Madrid que esto forma parte de la estrategia del régimen cubano para dar apariencia al mundo de un país normal.
“Yo me pregunto qué pasaría si se aparecen ahí las Damas de Blanco, por ejemplo. Les caerían a palos y, probablemente, ni las dejen salir de sus casas un día como este, porque sabemos perfectamente que en Cuba todo es a discrecionalidad. Les conviene que estas personas organicen este tipo de actos para dar esa apariencia. Yo creo que, desde afuera, también muchas personas ven esto como algo muy desagradable, cuando han tenido que, por años, mantener a su familia”, expresó la periodista exiliada en Madrid.
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Le Dîner en Blanc, creado en 1988 por François Pasquier y un grupo de amigos en París, se ha celebrado en más de 120 ciudades de 40 países de todo el mundo. En 2019, se estrenó en La Habana, por los 500 años de la fundación de la ciudad.
Al respecto, José Luis Tan Entrada, periodista residente en Camagüey, comentó: “Ese dinero que ingresan no va para el pueblo, va para enriquecerse ellos y seguir aparentando, como decía mi colega Luz (Escobar), que hay total tranquilidad, mientras los cubanos ‘de a pie’ se siguen hundiendo en esta crisis económica, política y social”
“En un país “socialista” con creciente pobreza y situación de inseguridad alimentaria, “Le Dîner en Blanc”, el próximo 11 de noviembre, es un disparate, un absurdo, un contrasentido, un desatino, una temeridad, un despropósito, un dislate, un exceso, una extravagancia, es una insensatez, un desvarío, una monstruosidad, una necedad, una paradoja, y una burrada”, escribió en su cuenta de la plataforma X (antes Twitter) el economista Pedro Monreal.